En la tarde de ayer se llevó a cabo la charla «Repensando el plástico de un solo uso», en el CUCH, a cargo del joven y prominente científico argentino Jerónimo Batista Bucher, promovida por la Municipalidad de Chivilcoy y la agrupación vecinal Eco Chivilcoy.
Estuvieron presentes acompañando la iniciativa la secretaria de Gobierno, Carmen La Ruina; la subsecretaria, Patricia Mangino; la directora del área, Luciana Rosito; la directora de Cazma, Leticia Pascuccio; y la coordinadora de Medioambiente, Julia Passarini. Además, del diputado provincial, Fabio Britos.
En este marco, la Secretaria de Gobierno explicó: «Desde la Municipalidad hace tiempo se vienen llevando a cabo diferentes políticas para que paulatinamente pueda disminuir la cantidad de residuos que llegan al predio de disposición final, ya sea con la incorporación de puntos limpios en diferentes lugares de la ciudad y la capacitación desde edades tempranas en las escuelas para difundir las acciones amigables con el ambiente».
Asimismo, expuso que «existe la planta de tratamiento de residuos reciclables y es por eso que se hace hincapié en la separación de residuos en origen para facilitar que los materiales permanezcan en lo que conocemos como economía circular».
«Para contribuir en la disminución de generación de plásticos de un solo uso fue sancionada la ordenanza 10.113 que entró en vigencia el 25 de febrero de este año y que prohíbe el expendio de plásticos que solo serán utilizados por unos minutos como los sorbetes, vasos y cubiertos de salones de fiesta plástico por parte de kioscos, restaurantes, bares, boliches», amplió La Ruina.
En este sentido, aseguró: «Estas acciones se llevan a cabo debido a que uno de los principales propósitos de este gobierno municipal, es lograr que Chivilcoy mejore día a día la gestión de los residuos y para eso es fundamental la responsabilidad de quienes ocupamos cargos públicos y también la participación de todos ciudadanos».
De esta manera, el joven científico destacó: «La problemática del plástico es considerada una problemática global y muy compleja de abordar, por lo que se debe propender a disminuir su producción y consumo, promover su reemplazo por materiales biodegradables y manejar adecuadamente sus residuos, optando por la reutilización y reciclaje».
«Los plásticos tradicionales tardan entre 100 y 500 años en degradarse, llegando algunos hasta los 1.000 años, frente a los 3 a 6 meses que tardan en biodegradarse los nuevos productos fabricados con plásticos de base biológica», amplió.
Y cerró: «Resulta necesario realizar un llamamiento a tomar conciencia respecto de la problemática de los materiales no biodegradables o de origen fósil, a promover el consumo responsable, a estimular un cambio de hábitos en comerciantes y clientes, a erradicar el uso indiscriminado de elementos plásticos de origen fósil de un sólo uso, a evitar el derroche de recursos en la producción de productos efímeros que no agregan valor y de los que podemos prescindir sin problemas».