En una jornada histórica comprendida en los días 29 y 30 de diciembre del 2020, desde el movimiento feminista conquistamos la tan anhelada Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.
Creo firmemente que esta victoria la construimos nosotras y nosotros con muchísima militancia y convicción, tomando las calles y a las redes como espacios necesarios para impulsar la salida de la ley durante todos estos años; y no puedo dejar de mencionar que no me parece menor que se haya podido conseguir dentro del gobierno de Alberto Fernández quien claramente tuvo la voluntad y decisión política de tomar nuestra demanda y dar respuesta a uno de sus puntos que presentó como proyecto de gobierno durante las elecciones presidenciales.
Pese a lo particular del contexto de pandemia, muchísimas mujeres y diversidades colmamos las calles de todo el país en vigilias para esperar juntos el resultado final. Chivilcoy no fue la excepción y desde la organización colectiva de diferentes espacios y compañeros también se creó un espacio al aire libre para con las medidas de prevención y cuidado, entre intervenciones artísticas y mucha mística feminista, compartiéramos el desenlace de tantos años de lucha.
Con un resultado sumamente favorable en la Cámara de Senadores se empieza a saldar un poco de la gran deuda histórica que el Estado tuvo y tiene con las mujeres, los niños, los no binaries y los varones trans frente a la problemática del acceso al aborto y al decidir libremente sobre nuestros cuerpos y proyectos de vida.
Las cifras de las muertes e internaciones por la práctica de abortos clandestinos siempre fueron alarmantes y que hoy estemos camino a la regularización de la ley es un paso enorme en términos de información, acompañamiento y presencia del Estado dado que el eje central es que es un tema de salud integral (haciendo referencia a que no solo se habla de salud física, sino también en términos psíquicos y socioeconómicos) y que es el sistema de salud debe dar respuesta.
Como parte de la consejería La Hoguera creo que este es ni más ni menos que el punto de partida para seguir construyendo todo lo que falta, no siento que sea momento de guardar nuestro pañuelo (símbolo que sintetiza la lucha por este derecho) sino todo lo contrario, es momento de involucrarnos y seguir poniéndole el cuerpo porque se viene lo más complejo que es su aplicación.
En primera instancia me gustaría desarrollar un poco lo que es la consejería La Hoguera en la ciudad, nosotras iniciamos en el 2014/2015 de la mano de compañeros imprescindibles como lo son nuestro querido médico Mariano Lozza y Micaela Román, militante y trabajadora social. Ellos fueron quienes en el inicio construyeron el espacio aun cuando la marea verde no tenía la fuerza que tiene hoy.
Pensar su significado desde el acceso y desde el camino tan poco allanado que había en el interior de la provincia de Buenos Aires (ya que hablar de aborto era totalmente tabú) es realmente importante hacer mención a este hito debido a que muchas mujeres que desde ese momento pasaron por el espacio y porque son dos grandes profesionales que nunca especularon ni dudaron de la construcción colectiva.
Desde ese entonces hasta hoy nos dimos muchos procesos de crecimiento, tabulación de datos y formación para hoy ser reconocidos por el Estado como efectores de ILE y conformar el equipo interdisciplinario que somos junto a Barbara Caselles y otras compañeras que llevamos adelante el proceso de acompañar sororamente interrupciones del embarazo y de acercar información sobre métodos anticonceptivos.
No dudo en decir que esta consejería es central para el acceso a la salud en Chivilcoy, hace días salió una nota que hacía referencia a cuantas ILE se habían efectuado en la ciudad y en términos numéricos sabemos que la estadística es sumamente importante para desarrollar políticas públicas, pero no podemos referirnos a los embarazos no deseados como meros números, ni tampoco enorgullecernos, detrás de una IVE hay historias de vida, a veces quienes se encuentran frente a las instituciones, con tal de vender una política publica que para nada construyen ni hacen parte al movimiento feminista, pecan de reduccionistas.
No queremos un Estado donde seamos meros números, queremos instituciones que se preocupen y ocupen sobre esta realidad que nos atraviesa.
Por otra parte y ya para finalizar, como expresé anteriormente se viene lo más complejo que es la aplicación de la ley y tenemos que estar ahí para acompañar a quienes necesiten solicitar una IVE como así también para militar la puesta en funcionamiento de la ESI (Educación Sexual Integral) que es central para que todas y todos puedan acceder a métodos anticonceptivos que ayudará a la prevención de embarazos no deseados y de ITS, para informarnos, cuidar nuestro cuerpo y para darle luz al hecho de que la ESI también hace referencia a poder pensar una sexualidad libre, plena e informada.
Con todo esto dicho quiero cerrar invitando a todas las compañeras que quieran a que se sumen a La Hoguera, las redes de acompañamiento feminista las sostenemos siendo parte del colectivo para poder ir por la salud publica feminista que necesitamos, para que nadie más tenga ni que gestar de forma obligatoria ni abortar en soledad.
Cecilia Robledo