Desde el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad Sexual, en conjunto con la Confederación Farmacéutica Argentina, lanzaron la campaña #BarbijoRojo, para acompañar a las personas que atraviesen situaciones de violencia por motivos de género, con la iniciativa de que la víctima se acerque o llame a la farmacia más cercana a su casa para ayudarla y contactar al 144.
Teniendo en cuenta que en este contexto de aislamiento, se ha puesto en marcha el programa Barbijo Rojo, cuyo protocolo expresa: “Los períodos de aislamiento social forzoso suelen derivar en un aumento de los casos de violencias por motivos de género. Durante la pandemia en China se registraron testimonios acerca de la duplicación de los casos de violencia desde el inicio de la cuarentena. También redundan en un incremento de hechos de violencias por motivos de género otras situaciones que implican un mayor tiempo de convivencia en el hogar”.
A su vez, se debe tener en cuenta que “según la última difusión del Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina, publicado por la Corte Suprema en 2019, surge que el 75% de las víctimas fueron asesinadas en viviendas (66% en sus propias casas y el 9% en otras viviendas) y el 19% en espacios públicos. El 83% de ellas tenía un vínculo previo con el victimario. Es decir, que al menos el 71% de los casos fueron femicidios íntimos o de familiares”.
Por esta razón, dado que las farmacias continúan abiertas ya que son consideradas como “servicio esencial” por el Decreto PEN 297/2020, el MMGyD y la COFA acordaron una acción conjunta a nivel nacional que pone a las farmacias a disposición de las mujeres y personas LGBTI+ que se encuentran en situación de violencia por motivos de género y necesitan asistencia”.
El procedimiento general indica que, ante un caso de violencia en sus hogares, “las mujeres y personas del colectivo LGBTI+, o su círculo de confianza, deben solicitar un “barbijo rojo” ante el/la farmacéutico/a. Quien atiende a la persona deberá responder que aún no tienen dicho producto y le solicitará su información de contacto con el fin de informar cuando llegue el pedido. Posteriormente, desde la farmacia se deberán comunicar con el 911 para realizar la denuncia o con la línea 144 para recibir asistencia”.
El personal de la Farmacia deberá dejar asentado: nombre, apellido, teléfono, dirección, fecha y tipo de pedido (personal o para otro/a). En el caso que el pedido sea personal, también se podrá tomar nota de los datos de contacto de una persona de su círculo de confianza. Una vez registrados los datos, desde la farmacia se deberán comunicar con la Línea 144 a fin de dar a conocer los datos precisos de la persona en situación de violencia y de recibir asesoramiento en caso de que la persona se vuelva a presentar en la farmacia.
También puede suceder que el personal farmacéutico note signos físicos o psicológicos visibles de atravesar una situación de violencia por razones de género. En este supuesto, deberá llamar a la Línea 144 para asesorarse en caso de que la persona recurra nuevamente a la farmacia.
Por otro lado, las farmacias dispondrán de folletería sobre la Línea 144, que podrán entregar cuando la persona que se encuentra en riesgo se encuentre sola, y sólo si el personal de farmacia estima que la persona en situación de violencia no corre riesgo al recibirla.
Frente a la posibilidad de que quien acompañe a la persona en situación de violencia sea el agresor, se deberán mantener los criterios de actuación antes señalados y evitar entregarle folletería ante el riesgo de que el material sea encontrado por éste.