En algunos resúmenes de la tarjeta, se cobró el impuesto del sello anticipado a un monto que se puede pagar en nueve cuotas.
Con la llegada del resumen de la tarjeta de crédito del mes pasado, algunos clientes recibieron una sorpresa: se les cobró el impuesto del sello sobre un monto total que el Banco Central había permitido pagar en nueve cuotas.
A fines de agosto pasado, la entidad que preside Miguel Pesce posibilitó que los resúmenes de la tarjeta de crédito que vencieron entre el 1° y el 30 de septiembre podrían financiarse en un año, con tres meses de gracia (en donde se pagaron intereses) y nueve cuotas fijas, a una tasa de 40% más IVA y otros costos, lo que pudo haber llegado a un costo financiero total superior al 60%.
Por lo tanto, a partir de este mes, aquellos usuarios que habían accedido a ese beneficio comenzaron a pagar la primera cuota. Sin embargo, por un problema en una de las procesadoras de pago, Prisma, en algunos de los resúmenes figuró el monto total de la deuda a cancelar anulado, pero sobre el cual se les cobró el impuesto de 1,2%.
Fuentes del mercado indicaron que esto sucedió en «muy pocas cuentas» y que ocurre en un contexto de cambios frecuentes de las regulaciones del Banco Central, de las cuales las empresas a veces se enteran primero por los medios de comunicación.
Además, comentaron que el problema se está resolviendo y que el monto mal cobrado se devolverá en el próximo saldo de la tarjeta.
Si los clientes quieren terminar con el plan de refinanciación, el BCRA indicó que los usuarios podrán «precancelar total o parcialmente estos montos» cuando lo requieran, sin percibir costo adicional «excepto el interés compensatorio devengado hasta la precancelación».
Los clientes con residencia en la Ciudad de Buenos Aires no estuvieron afectados por esta medida, ya que hasta el año pasado no se cobraba el impuesto del sello, algo que sí sucederá a partir de 2021. Esto implica que todos los consumos con tarjeta de crédito se encarecerán un 1,2%.
La semana pasada, el Banco Central resolvió también mantener en el 43% nominal anual la tasa de interés máxima que los bancos pueden cobrar a sus clientes para financiar los saldos impagos de tarjetas de crédito de hasta $200.000, existentes al momento de decretarse el aislamiento por la pandemia.
Para los saldos a financiar a partir de los $200.000, los bancos podrán aplicar una tasa diferencial hasta el máximo permitido por la ley de Tarjetas de Crédito, establecido en un 25% más que la tasa que cobran por los préstamos personales.
Esa tasa, según los últimos registros oficiales, ronda el 53% anual. A su vez, las tasas que ofrecen a los usuarios que adhieran a las propuestas de refinanciación que hacen las emisoras (Plan V) o los propios bancos van del 53 al 66,4% anual, es decir, superan entre 10 y 23,4 puntos el tope fijado por la regulación.
El mes pasado, el Banco Central dispuso también que se pueda prorrogar hasta el 31 de marzo la posibilidad de pasar las cuotas impagas de los créditos (excepto financiaciones de tarjetas de crédito) al final de la vida del crédito, «devengando sólo la tasa de interés compensatoria prevista contractualmente, y sin aplicar ningún cargo extra».