El oficialismo se logró imponer con los votos, y lograr la aprobación de la ley de regulación del Teletrabajo, por 40 votos a 30, tras una extensa y polémica sesión. Esta norma busca darle un marco regulatorio al trabajo remoto, el cual se extendió durante la pandemia.
La banca oficialista argumentó que ésta “busca darle un marco a la nueva modalidad que se extendió durante la pandemia con el fin de garantizar el mismo trato para los empleados que opten por realizar sus tareas a distancia que el que tienen quienes desempeñan tareas de modo presencial». Mientras que, desde la oposición, se quejaron por la falta de consenso, dado a que no se le realizaron modificaciones, y advirtieron también que no favorece ni a los trabajadores ni a la generación de empleo.
Esta Ley entrará en vigencia 90 días después de la finalización del aislamiento social, preventivo y obligatorio. Asimismo, esta nueva norma indica que la labor a distancia es voluntaria y no puede ser impuesta por el empleador.
Otro punto fundamental es que quienes trabajen en forma remota «gozarán de los mismos derechos y obligaciones que las personas que trabajan bajo la modalidad presencial y su remuneración será la correspondiente al convenio colectivo de trabajo, no pudiendo ser inferior, en su caso, a la que percibía o percibiría bajo la modalidad presencial”.
También, se establece que “el empleador debe proporcionar el equipamiento -hardware y software-, las herramientas de trabajo y el soporte necesario para el desempeño de las tareas, y asumir los costos de instalación, mantenimiento y reparación de las mismas, o la compensación por la utilización de herramientas propias de la persona que trabaja”.
En tanto, uno de los puntos que mayor discusión suscitó tiene que ver con el principio de «reversibilidad», según el cual el teletrabajador podrá revertir esa modalidad cuando quiera volver al trabajo presencial. | Fuente: Perfil Online