El primero de Julio de 1974 a las 13.15hs., fallecía el General Juan Domingo Perón, luego de casi nueve meses de haber asumido por tercera vez la Presidencia de la República Argentina. Con su muerte nos dejaba el último y más grande líder de masas del siglo XX que dio esta Nación.
«Dolor», fue la portada de Noticias y así resumía el sentimiento de millones de argentinos y argentinas, que transformaron su última despedida en un velatorio, donde colas infinitas mostraban la tristeza y profunda gratitud de su pueblo.
En sus gobiernos se reivindicó y defendió los derechos de los trabajadores, impulsó la industria nacional, incentivó el desarrollo de la actividad gremial y sindical, propulsó el voto femenino, integró a la mayoría de la población argentina a la vida política y creó un Movimiento de liberación que articulaba intereses de amplios sectores sociales, durante sus tres gobiernos, la sociedad argentina fue la de mayor equidad en la distribución de la riqueza.
Fue la voz de los oprimidos y de los humildes. Los trabajadores, sumidos, en aquellos tiempos, en la injusticia y desprovistos de derechos elementales, vimos emerger en la figura de Perón la luz de esperanza y, en su doctrina, el arma punzante y contundente para lograr la Argentina que nos merecemos, Libre, Justa y Soberana. Solo así aseguraremos el bienestar y la felicidad de nuestro pueblo, tanto para las generaciones actuales cómo las venideras.
Levantamos, como Peronistas de ley y hacemos flamear victoriosas las banderas que nos legó Perón, cómo merecido homenaje a quien nos enseñara a defender los derechos de los que menos tienen y para sumar voluntades en la protección de los sagrados intereses de la nación y de su pueblo.
Sebastián García
Precandidato a Concejal por Principios y Valores