Advirtieron por la saturación del sistema sanitario, la escasez de recursos y la falta de personal médico.
A través de una dura carta, la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) expresó la realidad a la que se enfrentan a diario contra la pandemia del coronavirus y resumieron: “Sentimos que estamos perdiendo la batalla”.
Los profesionales de la salud que adhirieron a esta expresión perciben que “los recursos se están agotando”.
Además, advirtieron que “la mayoría de las Unidades de Terapia Intensiva del país se encuentran con un altísimo nivel de ocupación”, que las camas con respiradores “son cada vez más escasas” y que lo que falta es personal médico: “Nos encontramos al límite de nuestras fuerzas, exhaustos, atendiendo cada vez más pacientes”.
“A diferencia de las camas y los respiradores, los trabajadores de terapia intensiva no pueden multiplicarse. Ya éramos pocos antes de la pandemia y hoy nos encontramos al límite de nuestras fuerzas, raleados por la enfermedad, exhaustos por el trabajo continúo e intenso, atendiendo cada vez más pacientes. Estas cuestiones deterioran la calidad de atención que habitualmente brindamos”, explicaron en la solicitada.
Los médicos que están en la primera línea de batalla combatiendo al coronavirus desde hace más de seis meses ven cómo los casos se multiplican a diario de manera exponencial y también cómo hay cada vez más relajo en las medidas de aislamiento: “No podemos más, nos están dejando solos”.
Sobre las flexibilizaciones y la cantidad de personas que están circulando, los médicos marcaron: “Observamos en las calles cada vez más gente que quiere disfrutar, que reclama sus derechos, la gente que se siente bien por ahora. ¿Qué pasará con ellos y sus familiares mañana? ¡Ojalá que no se transformen en uno de nuestros pacientes que, con fuerzas, trataremos de arrebatarle a la muerte! Porque nadie sabe cuándo el virus los infectará”.
En la misiva que lleva la firma de la presidenta de SATI, la doctora Rosa Reina, y su vicepresidente, Guillermo Chiappero, se comentó que desde la llegada de la pandemia a la Argentina trabajan a diario “enfundados en los equipos de protección personal”, y graficaron: “Apenas podemos respirar, hablar, comunicarnos entre nosotros”.
Uno de los puntos en los que se detuvieron a reflexionar, tiene que ver con los contagios de los equipos de salud y hasta de las pérdidas de profesionales frente al virus: “También tenemos que lamentar bajas, personal infectado y lamentablemente, fallecidos, colegas y amigos caídos que nos duelen, que nos desgarran tan profundamente”.
Otro de los factores que marcaron en su carta tiene que ver con la crisis económica, que no le es ajena al personal de salud: “Terminamos una guardia en una UTI y salimos apresuradamente para otro trabajo; necesitamos trabajar en más de un lugar para llegar a fin de mes. Por horas y horas de trabajo estresante, agotador, pese a ser profesionales altamente calificados y entrenados, ganamos sueldos increíblemente bajos que dejan estupefactos a quienes escuchan cuál es nuestro salario”.
“Sentimos que no podemos más, que nos vamos quedando solos, que nos están dejando solos; encerrados en las Unidades de Terapias Intensivas con nuestros equipos de protección personal y con nuestros pacientes, sólo alentándonos entre nosotros”, enfatizaron los profesionales.
Luego se dirigieron a los ciudadanos y a los cuidados que debieran mantener: “Sólo le pedimos a la sociedad que reflexione, y que cumpla con tres simples pero importantes medidas, recomendadas científicamente: distanciamiento social (permanecer a más de 1,5 metros), uso de tapabocas (cubriendo nariz y boca), lavado frecuente de manos (con agua y jabón o alcohol, no aglomerarse, no hacer fiestas, no salir si no es necesario”. Y destacaron “no desafiar al virus, porque el virus nos está ganando”.
“El personal sanitario está colapsado, los intensivistas están colapsados, el sistema de salud está al borde del colapso. Nosotros queremos ganarle al virus, pero necesitamos que la sociedad toda nos ayude porque no podemos solos”, insistieron.