Las colonias de verano para adultos mayores se han extendido en el último tiempo apareciendo como una propuesta importante para este grupo etario, que encuentra en estos espacios la oportunidad de esparcirse, hacer actividad física y mental, y sociabilizar.
Las colonias de verano para adultos mayores se han extendido en el último tiempo apareciendo como una propuesta importante para este grupo etario, que encuentra en estos espacios la oportunidad de esparcirse, hacer actividad física y mental, y sociabilizar.
De a poco los diferentes municipios y clubes han ido implementándolas tímidamente, pero con cada vez mayor éxito. En nuestra ciudad tenemos dos colonias la de PAMI, que este año funciona en el Club Racing, y la municipal, que funciona en el parque Alejandro Martija.
Está claro que, dado que la “vejez” se ha pospuesto, reúnen, en su mayoría, a personas desde los 70 en adelante. Sumado a esto, la idea de una vejez activa y deseable plantea una nueva perspectiva de esta etapa de la vida, a través de la que se busca que puedan participar en la sociedad y mantener su salud física, mental y social.
Los adultos coinciden en que estos espacios le han cambiado la vida y le han abierto las puertas para hacer otras actividades. Además, como muchos están solos, encuentran la posibilidad de hacer amigos y compartir lindos momentos con sus pares; y, a su vez, es una invitación para sumarse a hacer otros quehaceres como talleres y viajes.
“Empecé porque estaba en un estado depresivo muy grande y los médicos me aconsejaron que hiciera algo, así que esto me cambió la vida” afirma Haydee, quien participa de la Colonia municipal. Si tenemos en cuenta que la depresión es la patología psíquica más frecuente entre los adultos mayores vemos que estos espacios tienen un impacto positivo para la salud mental.
Marta, por su parte, dice: “A nuestra edad esto es reconfortante, esto nos da estímulo, es decir, nos da vida” y Ana María agrega: “No estamos dentro de nuestras casas, compartimos con amigos, nos reímos, bailamos, charlamos”. Encontrar motivación, mantenerse en movimiento autónomo y con una vida social activa son pilares fundamentales que contribuyen a mejorar la calidad de vida en la vejez y desterrar mitos.
A pesar de que se generan más iniciativas para favorecer la inclusión de las personas mayores activamente en la comunidad, todavía se encuentran bastante relegadas en nuestras sociedades. Es esencial comprender que darles un papel activo en la sociedad aporta a reducir la soledad y el aislamiento social, ayuda a mantenerlos activos y con mejor estado de ánimo, y permite que puedan ocupar su tiempo en actividades significativas para ellos y los demás.
A.V.