Transcribimos a continuación el texto de la nota recibida del Arzobispado Mercedes Luján, con pedido de difusión dentro de nuestra comunidad, suscripta por Mons. Agustín Radrizzani.
Mercedes (B), 20 de marzo de 2018
Queridos hermanos:
El Señor esté con ustedes.
Por indicación de San Juan Pablo II quedó instituido el 24 de marzo “el día del niño por nacer”. El Santo Padre fue durante todo su pontificado un acérrimo defensor de la vida.
Esto se notó en su cercanía a los débiles, a los niños, a los enfermos, a los ancianos y en modo especial a su amor a las criaturas concebidas.
El día 20 de marzo, comenzó en la Cámara de Diputados a tratarse el tema de la legalización del aborto.
No nos parece oportuno organizar marchas callejeras que suscitarían contramarchas. Esto origina enfrentamientos que dañan la convivencia. Lo importante es acompañar a los legisladores, cosa que está haciendo la Conferencia Episcopal a través de la Comisión del Seguimiento Legislativo.
Es por esto que invitamos a todos, a presentar diversas iniciativas para concientizar a nuestros hermanos sobre un tema tan importante.
Por eso sugerimos:
• Pedir en cada Misa para que defendamos siempre la vida en todas sus manifestaciones.
• Leer en las Misas del 24 y 25 de marzo la carta que hemos enviado sobre este tema y que adjuntamos al pie.
• Pedir a todos nuestros fieles que recen y hagan rezar por esta intención especialmente a los niños y a los enfermos.
• Gracias a Dios hay varias comunidades donde hacen adoración al Smo. Sacramento. Invitamos a todos a acercarse con fe.
• Organizar el rezo del Santo Rosario este fin de semana en templos y capillas de nuestra Arquidiócesis por esta intención: “Defender la vida del niño y de la mamá siempre y en cualquier circunstancia.”
• Pedir también por nuestros legisladores para que dictaminen a favor de la vida.
En nombre de Mons. Jorge Eduardo y mío, les deseo una Feliz Pascua para ustedes y las personas a ustedes confiadas.
Con afecto en Jesús y María.
Monseñor Agustín Radrizzani
Arzobispo de Mercedes-Luján
Queridos hermanos:
En pocos días más nuestros legisladores comenzarán a debatir el tema de la interrupción del embarazo.
Nosotros sabemos que la vida depende de Dios y hay vida desde el instante de la concepción. Al mismo tiempo nos duele la muerte de tantas hermanas nuestras por causa de abortos clandestinos. Sabemos y somos testigos del sufrimiento de esas mujeres y estamos llamados por Jesús a tratarlas con ternura.
El desafío de este tiempo como sociedad es no renunciar a cuidar a los más débiles, es decir: A los niños por nacer, a las mamás, a los enfermos, a los más pobres. Que nadie nos robe el derecho a proteger la vida en todas sus manifestaciones y aprender a cuidarnos los unos a los otros.
Pidamos al Señor ilumine a los legisladores para que determinen leyes que defiendan siempre la vida e impulsemos en todos los centros educativos una adecuada formación de nuestros jóvenes.
Con afecto fraterno.
Mons. JORGE EDUARDO / Mons. AGUSTIN
ARQUIDIOCESIS DE MERCEDES LUJAN