El aumento en el precio de los commodities abre un nuevo escenario para las perspectivas económicas de nuestro país. La soja, que representa 1 de cada 4 dólares que se exportan, alcanzó los U$S 500 la tonelada en Chicago, un incremento de más del 60% respecto a los U$S 300 que llegó a cotizar en marzo. A la cotización de la soja se le suma que el maíz terminó el 2020 con una suba del 24,8%; y el trigo avanzó un 14,6%.
Esta mejora en los precios de los principales commodities avizora un contexto externo favorable para el 2021. Sin embargo, este escenario prometedor no es suficiente por sí solo para lograr la recuperación económica.
El cierre de las exportaciones del Maíz hasta el 1 de marzo, medida que fue tomada de forma inconsulta, no hace más que dañar la relación con un sector clave para generar divisas genuinas.
Tan sólo para citar como ejemplo, la incidencia del costo del maíz para producir un kilo de carne es alrededor del 18%. Si en el caso hipotético que el maíz aumente un 20%, la incidencia en el precio minorista sería del 3,6%, porcentaje ínfimo si se los compara con los aumentos que hubo en el precio de la carne en las últimas semanas. Por lo que el argumento de que esta medida servirá para bajar la inflación no tiene sustento técnico ni práctico.
Desde INNPOA consideramos que se debería incentivar y alentar la producción de nuestro campo, y no castigarla o “pisarla”. La Argentina necesita producir más, no sólo por el ingreso de dólares si no también por la demanda de empleo y el valor agregado que se genera.
La cadena agroalimentaria se ha convertido en el sector de más elevada productividad e internacionalmente más competitivo de la economía argentina. Las cadenas agroindustriales generan 2 de cada 10 empleos
privados a nivel nacional, que van desde el trabajo del productor en un campo hasta en una oficina en la ciudad.
Al igual que sucedió con Vicentin, donde luego el presidente admitiría que se “equivocó”, hoy las entidades y los productores le están solicitando diálogo al gobierno nacional para no repetir errores del pasado.
Sergio Buil – Presidente
Emilio Monzó – Vicepresidente
Sebastián García de Luca – Secretario General
Marcelo Daletto -Tesorero