Sabemos que en política hay momentos difíciles y complejos. Muchos de estos marcan una bisagra entre mantenerse apegados a las convicciones a pesar de todo, o aliarse al adversario a fin de cobrar notoriedad electoral.
También pensamos que a la juventud hay que cuidarla porque es el baluarte que cualquier espacio político puede tener. Son la renovación, los que nos marcan la cancha a los más grandes, los que nos enseñan y nos instan a ser cada día mejores.
No deben abandonarse las banderas, pero tampoco hay que dejar a los jóvenes militantes afuera, tirarlos a los leones oportunistas que cambian de aliados políticos según la dirección del viento. Hoy el gobierno local busca hacerse una lavada de cara peronista, o quizás finalmente se saca la máscara del “no estoy con uno ni con otro” y muestra sus verdaderos colores.
Por último, agradecemos a nuestros jóvenes, a quienes están de uno u otro lado de la interna de Juntos por no claudicar, por mantenerse en la crítica sana para la democracia y por su honestidad intelectual.