Ojalá no sean vanas las promesas del presidente y de verdad empiecen a escuchar a la gente; permítanme esperar el milagro parado en la plazoleta de la incredulidad. Nunca escucharon, su soberbia no se los permite.
El pueblo no se equivoca. Ni cuando te acompaña ni cuando te dice no. Se metieron con la educación de nuestros hijos, cerrando las escuelas por tiempo ilimitado pese a los períodos de bonanza de la pandemia y aún a sabiendas de que no eran los establecimientos escolares los focos de contagio; priorizaron a políticos y personajes de su entorno para recibir las vacunas, negándoselas en primera instancia a nuestros viejos, maestros, personal de salud…; te dijeron “quedate en casa”, les hicimos caso pese al horror del encierro y la disgregación familiar, pero ellos no lo hicieron; te prohibieron salir excepto para hacer las compras cotidianas, pero ellos permitieron salir a un grupo de privilegiados del poder para concurrir a fiestas organizadas por quienes debían dar el ejemplo; te prometieron heladeras llenas y sólo llenaron a los argentinos de desesperanza y con cada vez más desigualdad; por todo eso el pueblo les dijo no; les dijo basta; les dijo así no.
Ojalá no sean vanas las promesas del presidente y de verdad empiecen a escuchar a la gente; permítanme esperar el milagro parado en la plazoleta de la incredulidad. Nunca escucharon, su soberbia no se los permite.
Cuando, sin ir más lejos, en nuestra patria chica, un grupo de compañeros les dijimos que así no, que no era el camino y que la verdadera política no se hacía con dádivas ni repartiendo cargos, nos subestimaron, se nos rieron, nos tildaron de traidores, evidentemente tan equivocados no estábamos.
El pueblo de Chivilcoy les dijo NO y quedaron cuartos pese al poder económico, los recursos que derrocharon, los subsidios que repartieron, y ni siquiera apropiándose a como diere lugar de la sede del Partido Justicialista de Chivilcoy pudieron hacernos creer que eran peronistas.
Por todo ello espero que comprendan que, tal como les gusta decir a ellos de los demás, si siguen así serán absolutamente funcionales a la derecha.
Señores, el pueblo les dijo no, no es esta “LA VIDA QUE QUEREMOS”.
Mauricio Maggi