El teatro chivilcoyano sufrió en estos días la partida de dos integrantes de su familia, además del dolor y la inevitable resignación a extrañarlos, nos queda la razón de sus pasos por casi todos los teatros chivilcoyanos.
«Choco» Aída Hacha y Yamil Fontana dejaron tela para cortar, cada una con un estilo, pero con el mismo compromiso y pasión por el teatro.
A quién no le ha gustado charlar y reír con Chocota, como así también disfrutar de esa tierna figura sencilla y cálida, dueña de un carácter sólido tejido de amabilidad y respeto.
La capacidad de imaginar algo que todavía no nació, era para Yamil su materia más fácil. Desde su interior nacía la puesta, dirección, realización y cuanto detalle pudiera faltar para estrenar una obra. Compañera inclaudicable, exigente, explosiva, dueña de una expresión única, comprometida desde cualquier ángulo con el teatro de su Chivilcoy natal, impulsora de llevar nuestro teatro independiente a la calle Corrientes. Los trabajos de dirección hechos por ella tenían un sello de emoción y compromiso que la distinguían.
Queda tela para cortar, anécdotas, historias, vivencias todas llenas de vida, creo que no es justo recordar la muerte, habiendo tanta vida.
… vendrá la primavera y la pandemia no nos dejará levantar el telón, ellas en silencio nos abrazarán desde el cielo …
Teatro La Cueva