El Gobierno prevé un sistema híbrido que incluye clases presenciales y virtuales en aquellas instituciones con mayor matrícula. Buscan evitar conglomeraciones a la entrada y la salida y trabajan en 8 protocolos de cuidados
Con barbijo todo el tiempo y solo dos veces por semana. Así será, en principio, la vuelta a las clases presenciales en la provincia de Buenos Aires, que comenzarán el 17 de febrero para los estudiantes que tuvieron más dificultades el año pasado, y el 1° de marzo para el resto.
Tras el aval del Gobierno nacional, que dejó la decisión en manos de las provincias, Buenos Aires intensificó la tarea de organizar el retorno a la presencialidad. Lo hizo en medio de las presiones de la oposición por la vuelta a las aulas, y el rechazo de los gremios nacionales.
Una de las principales características que tendrá la vuelta a las aulas será su intermitencia: al no poder garantizarse el distanciamiento adecuado en la mayoría de las aulas se implementará un sistema mixto, que combinará dos días de clases presenciales con dos días virtuales, y un quinto día para hacer un seguimiento de la virtualidad.
Esta proporción, no obstante, variará según la matrícula: en aquellas instituciones con menos estudiantes (como las escuelas rurales con pluriaño) las clases presenciales podrán tener lugar de lunes a viernes, mientras que en otras se implementarán los esquemas duales o híbridos que combinen las actividades presenciales y no presenciales.
También se prevé la organización de los ingresos y egresos de la escuela en forma escalonada, para evitar la concentración de personas en el ingreso y la salida.