En Chivilcoy y en los 135 municipios de la provincia el equipo que conduce Emilio Monzó busca la empatía y el conocimiento para encontrar soluciones.
Para que la política sea una herramienta para poder cambiar y mejorar la sociedad en la que vivimos no sólo hay que involucrarse sino también sentirla, abrazarla y hacerla parte de tu vida, ésa es la única manera de que esta frase se transforme en hechos concretos para dejar de ser sólo palabras.
Hace varios años que mi compromiso con ella me ha direccionado hacia lo social, ya sea visitando barrios, familias, clubes, escuelas y todo lugar donde las necesidades están a la espera de próximas soluciones.
Hoy, en cada visita que realizamos con la Juventud, llevamos el mensaje de Emilio Monzó, un mensaje que habla sobre la necesidad de estar unidos para colaborar con el país, en la necesidad de saltear las diferencias, de eliminar la grieta que tanto mal nos hace como sociedad. Es suficiente ir a un barrio o a un comedor para sentir la necesidad y las ganas de salir adelante que tiene la gente.
Las personas que viven en situación de marginalidad en nuestra ciudad son cada vez más, aunque muchos no lo vean, están cansados de formas antiguas de hacer política, se sienten como dicen ellos que los “usan”, porque el asistencialismo, hoy llevo alimento, mañana una chapa no le da ninguna herramienta para cambiar su futuro.
Y hoy también nos encontramos frente a un nuevo problema, “los nuevos pobres” aquellos que la pandemia los arrastro a esa triste situación, y a los que consideramos que en forma urgente el estado debe visualizar y actuar para devolver su forma de vida, nuestro país tiene una estructura muy débil, y para poder cambiar esta realidad es donde necesitamos aunar consensos y diferencias de la diligencia política para encontrar soluciones concretas y permanentes.
Se pueden hacer muchísimas cosas, pero muy poco si el motor de estas acciones no es la «empatía» hacia el otro y el «conocimiento» de nuestra ciudad y nuestra provincia. Y eso es lo que propone Emilio, estar cerca, escuchar, sentir y resolver. Debemos buscar soluciones hoy a fin de que las generaciones futuras no se encuentren envueltas ante la misma situación. Bajo esas cálidas premisas nos movemos en este nuevo espacio al que pertenezco, ahora sí, con orgullo y mucha ilusión.
Con Emilio Monzó nos esperan grandes cosas… Y sucederán.
Franco Accomo