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El 10 de diciembre se cumplieron tres años de la asunción de gobierno de la alianza Cambiemos. Unos pocos días después, el INDEC dio a conocer los números de la inflación del mes de noviembre que llegaron al 3,2 %, acumulando en lo que va del año 43,9 %. Las proyecciones indican que cerraremos el 2018 con un índice de inflación entre el 48 y el 50 %, cifras que no se alcanzaban desde 1991.
Los mayores incrementos se registran en transporte público y alimentos, afectando de un modo directo a los asalariados y a los sectores más vulnerables de la población. Así lo corroboran las cifras de la pobreza que también se dieron a conocer esta semana: según el Observatorio de la Deuda Social de la UCA (Universidad Católica Argentina), 33,6 % de la población la padece, el dato más alto desde 2010. La cifra es aún más descarnada si se desglosa en franjas etarias, ya que el 51,7 % de los menores de 17 años se encuentran en esa condición.
Este cuadro de situación es el resultado directo de las políticas implementadas por la coalición gobernante siguiendo las recetas de ajuste del Fondo Monetario Internacional, privilegiando los negocios de unos pocos y asegurando ganancias a los grupos concentrados del poder económico. La insistencia del gobierno en bajar el gasto público, señalándolo como origen de todos los males, se ha visto traducida en la disminución de las partidas destinadas a políticas públicas del presupuesto nacional, entre ellas la de Salud.
A partir de la degradación del Ministerio para convertirlo en una Secretaría bajo la órbita de Desarrollo Social, éste no hace más que perder su carácter rector de la política sanitaria, con un claro relegamiento de sus pilares: la promoción y la prevención, la equidad y la universalidad. La falta de implementación de los programas dependientes de Nación provoca una franca disminución de la capacidad de brindar respuestas acordes a las necesidades y una directa afectación del derecho a la Salud de la población.
Tres años de Cambiemos en la Provincia de Buenos Aires
También cumplió tres años el gobierno bonaerense, a cargo de María Eugenia Vidal. Los números de la inflación, la pobreza y la indigencia se traducen en la vida cotidiana de la población a su cargo, que no sólo ha perdido poder adquisitivo y calidad de vida, sino que también se ha visto seriamente afectada por la crisis que atraviesan los sistemas públicos de educación, salud y desarrollo social, resultado directo de las políticas implementadas.
El presupuesto aprobado en la Provincia la semana pasada sólo aumentará los males existentes. En el ámbito de la Salud Pública, la escasez notable de la partida asignada profundizará aún más el deterioro que CICOP viene denunciando: servicios diezmados por falta de personal, condiciones de trabajo inadecuadas, ausencia de dispositivos de prevención para situaciones de violencia, entre otros.
La inauguración de guardias nuevas en algunos hospitales o la extensión del SAME a algunos municipios del conurbano, publicitados por el gobierno provincial como logros sanitarios de su gestión, son absolutamente insuficientes en este contexto. Son muestras de esa insuficiencia los graves episodios ocurridos en los hospitales San Roque de Gonnet -donde falleció un paciente a raíz de un incendio- y Mariano y Luciano de la Vega de Moreno, con un nuevo hecho de violencia que afectó a un profesional.
Los trabajadores en general, y los estatales provinciales en particular, no han hecho más que perder poder adquisitivo. La propuesta salarial presentada en la paritaria general del Estado (ley 10430) y aceptada por los gremios cercanos al poder, deja a los trabajadores con sueldos muy por debajo de la inflación oficial. A eso se le suma haber cerrado la negociación para el 2019 con un 20% desglosado en cuotas. Ambas propuestas resultan inaceptables en esta situación y así lo manifestamos en la paritaria del 29 de noviembre.
Desde entonces, a pesar de nuestros reclamos, los profesionales de la Salud no hemos sido convocadas a nuestra negociación paritaria específica, incumpliendo el gobierno el compromiso asumido en el cierre del 10 de noviembre. Aguardamos ese llamado para discutir el cierre salarial del año en curso y analizar perspectivas para 2019, teniendo en cuenta que aún falta acordar el cronograma de interinización de los becarias que restan y los temas pendientes de resolución.
Perspectivas hacia el 2019
El Consejo Directivo Provincial que se reunió el viernes 14 de diciembre inició el análisis tanto del año que estamos finalizando en pocos días como de las perspectivas que se abren ante el nuevo año. En el dificultoso contexto ya descripto, durante el 2018 CICOP sostuvo sus reclamos y fue partícipe y motor de movilizaciones, acciones de visibilización locales y regionales, medidas de fuerza y jornadas de lucha, en defensa de los derechos de los profesionales de la Salud y de la Salud Pública como un derecho que los gobiernos deben garantizar.
El 2019 estará atravesado y signado por las elecciones nacionales, provinciales y municipales, en un escenario de profunda crisis económica y deterioro social. Sin dudas, todas estas situaciones nos atravesarán como gremio que tiene actuación en lo público y representación de un sector de la clase trabajadora. Tenemos la obligación de posicionarnos y pronunciarnos, como lo hemos hecho históricamente, en la defensa irrestricta de los derechos de los profesionales de la Salud y del derecho a la Salud de la población, como aspectos indisolubles de la política sanitaria a la que aspiramos para nuestro país. En este tiempo de balance y desafíos, CICOP no baja ninguna de sus banderas.