Es porque este año el Gobierno no exigirá los certificados escolares y de salud, por los cuales retiene el 20% mensual hasta su cumplimiento.
El Gobierno nacional desembolsará en diciembre unos $ 6.000 extra por niño que recibe la Asignación Universal por Hijo (AUH), lo que representará una inversión de $ 22.000 millones que, en rigor, ya estaban incorporados a las partidas del beneficio.
Se trata del pago de la retención del 20% del pago de la AUH durante todo el año, que generalmente se entrega en diciembre cuando los padres acreditan los certificados de estudio y de salud, requisitos fundamentales para recibir el beneficio. Como este año, por la pandemia del coronavirus, se obviará esa obligación, automáticamente el mes próximo lo cobrarán todas las familias.
Según los cálculos oficiales, se trata en promedio de un pago de $ 6.000 por hijo para más de 3 millones de niños, lo que representa un desembolso total de $ 22.000 millones.
El 29 de octubre último, al anunciar la incorporación de 1 millón de niños a la AUH, Fernández dijo que el Gobierno buscaba “ver de qué modo podemos seguir extendiéndoles la mano que el Estado debe tenderles” a aquellas personas que por la pandemia no pudieran acreditar los controles médicos o los certificados de escolaridad de sus hijos.
Hasta ahora, la AUH asciende a $ 3.540 por niño, pero ese monto se incrementará en diciembre cuando se ejecute el aumento por decreto a las prestaciones sociales. De este total, el 80% se cobra mensualmente y un 20% se deja en reserva y se deposita contra la presentación de los certificados correspondientes.