El Presidente observa un fuerte relajamiento social empujado por los sectores más jóvenes y estudia distintas herramientas de disuasión para evitar una ola incontrolable de contagios en la Provincia y la Ciudad de Buenos Aires.
Alberto Fernández pasó las fiestas de fin de año en Chapadmalal y ayer desayunó con Axel Kicillof para analizar el rebrote de los casos de COVID-19 en el AMBA. Cuando concluyó ese encuentro, el Presidente inició un chat vía WhatsApp con Horacio Rodríguez Larreta, que estaba en Cariló con su familia. Fue una conversación corta que sirvió para fijar una reunión de trabajo entre los tres mandatarios. Será entre martes y miércoles, pero aún no está definido si se llevará a cabo en la quinta de Olivos o en Casa Rosada.
“Todos estamos preocupados. Y la idea es encontrar una solución al rebrote de casos”, dijo Alberto Fernández en Chapadmalal.
“Voy a ir al encuentro. Nadie me pidió que cerrara nada. Estamos viendo los números de contagios y sus causas efectivas”, aseguró por su parte Rodríguez Larreta en Cariló.
La decisión política de participar del encuentro convocado por Alberto Fernández exhibe la distinción que hace Rodríguez Larreta respecto a la situación de COVID-19 y a las diferencias políticas y legales que mantiene con la Casa Rosada.
El jefe de Gobierno tiene un litigio pendiente en la Corte Suprema contra la poda de la coparticipación federal de la Ciudad de Buenos Aires ejecutada por Alberto Fernández a través de un decreto y de una ley sancionada sin demoras hace un mes. Rodríguez Larreta fue invitado por los ministros Eduardo “Wado” de Pedro y Martín Guzmán para acercar posiciones, pero el mandatario porteño ya adelantó que a esa reunión no irá porque no hay nada que negociar.