Argentina cayó 3 a 1 frente al multicampeón seleccionado dueño de casa en uno de los cruces de cuartos de final en los Juegos Olímpicos. Los locales accedieron a semifinales.
El seleccionado argentino masculino de voleibol cayó por 3-1 ante el local Brasil en instancia de cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 y de esta manera se quedó sin chances de pelear por una medalla, luego de una buena performance en esta competencia con los mejores del mundo.
Los parciales del juego disputado ante un colmado estadio Maracanazinho favorecieron por 25-22, 17-25, 25-19 y 25-23 a los brasileños, que en semifinales enfrentarán a Rusia, un rival al que Argentina superó en la fase de grupos. La otra semi la disputarán Italia y los Estados Unidos.
El balance para Argentina, más allá de este revés que tronchó la ilusión de luchar por un lugar en el podio, fue muy promisorio ya por el hecho de haber alcanzado el primer lugar en su zona durante la ronda inicial, lo que significa una buena siembra de la semilla que se abrirá seguramente a un futuro mejor de la mano de un entrenador de máxima envergadura como Julio Velasco.
En cuanto al partido frente a Brasil, la definición en favor de los anfitriones llegó por detalles muy finos en el primer y tercer sets, luego de que el equipo argentino creciera en el segundo con la vuelta de Facundo Conte a la cancha tras haber salido unos minutos en el primero.
Pero en el arranque del tercero el local metió un 4-0 que pareció confundir a los muchachos de Velasco, lo que los llevó a cometer algunos errores no forzados que derivaron en el triunfo parcial de los dueños de casa.
Sin embargo en el cuarto set los argentinos volvieron a ponerse en partido y ya no abandonarían la lucha hasta el final, cuando con el marcador 23 iguales el saque de José Luis González se quedó en la red y el match ball derivó en la derrota y la consecuente eliminación.
El constante griterío de los 15.000 brasileños instalados en el Maracanazinho contra el aliento de tan solo 300 parciales albicelestes no intimidó nunca a los jugadores del seleccionado argentino, lo que también marcó un crecimiento que les servirá para pelear entre los mejores aún en mejores condiciones de lo que lo hicieron en Río de Janeiro.
Y los «detalles» mencionados que fueron las claves de la derrota, también tuvieron nombres propios, empezando por la mencionada salida de Conte en el primer set y el potente saque de los brasileños, que terminaron sacando la exigua pero vital diferencia de 25 a 22.
La rotación que le permitió al local Mauricio llegar al servicio fue letal para los argentinos, aun cuando Velasco intentó neutralizarla con el doble cambio que determinó el ingreso de Alexis y José Luis González.
En el segundo parcial y ya con Conte de entrada, Argentina fue más agresiva en la ofensiva, bloqueó mejor y así puso las cosas 1-1 con un parcial de buena diferencia: 25-17.
Para el tercero ya el clima volvió a tornarse pesado para Argentina porque Brasil arrancó mejor y mantuvo esa hegemonía hasta el final con un Wallace que estaba intratable en ataque, pareciéndose mucho este tramo del juego a los partidos de la Liga Mundial y los amistosos jugados en el Norte argentino, cuando los brasileños se impusieron en todos ellos por buena diferencia (en éste parcial los locales vencieron 25-19).
Pero nada de eso se reflejó anoche, cuando el juego fue más parejo, algo que se reflejó en el cuarto set, en el que volvieron a aparecer tres ‘detalles’ que cerraron la serie: los buenos y efectivos rendimientos de Wallace y Bruno, éste usando a los centrales, y los constantes errores en el saque de los argentinos , como el mencionado de ‘Pepe’ González.
Sin embargo, nada de esto empañará el pasado reciente, ese en que ya se convirtió para Argentina este Juego Olímpico, y de seguir por este camino, seguramente esta experiencia le deparará un futuro mucho más diáfano aún. Con Velasco y su joven grupo de dirigidos, el futuro del voleibol argentino está «en buenas manos».