Este miércoles, trabajadores despedidos de la empresa Bicontinentar se movilizaron frente al palacio municipal para reclamar por el incumplimiento en el pago de las indemnizaciones acordadas.
«Estamos representando a todos los compañeros de Bicontinentar. Reclamamos que nos paguen lo prometido en un acuerdo firmado mediante escribanía. El compromiso era abonar la indemnización en seis cuotas mensuales cada día 10. Sin embargo, la primera cuota de enero se pagó en dos partes, y de la segunda solo recibimos un 25%», expresó uno de los trabajadores.
Otro de los manifestantes agregó: «Se nos debe el 75% de la segunda cuota y la totalidad de la tercera. Queremos una respuesta de algún funcionario municipal. El intendente, cuando la fábrica estaba por cerrar, prometió ser intermediario para garantizar nuestro cobro».
Los trabajadores mencionaron que el acuerdo de pago fue cerrado sin su consulta, y que al incumplirse la primera cuota, la situación se tornó insostenible. «Nos dijeron que la empresa tenía el dinero para las indemnizaciones, pero luego nos dejaron sin nada. Ahora, muchos compañeros hacen changas para sobrevivir, mientras la fábrica sigue funcionando con un mínimo de personal».
Según relataron, la empresa argumenta falta de fondos, pero tras una protesta interna, lograron depositar sumas parciales a los empleados que continúan en planta. «A los de adentro les depositaron 200 mil pesos de la mañana a la tarde, pero a nosotros nada. Nos sentimos burlados», comentaron.
Los trabajadores también denunciaron la falta de apoyo sindical y la ausencia de respuestas políticas: «El sindicato nos soltó la mano. En el Ministerio de Trabajo nos dijeron que no podían hacer más nada y que busquemos un abogado para iniciar demandas individuales».
Pese a la incertidumbre, los manifestantes afirmaron que seguirán visibilizando su situación: «Vamos a estar en la plaza todas las semanas. Lo que reclamamos es lo que nos corresponde por ley. Trabajamos durante años y firmamos un acuerdo que no están cumpliendo. No pedimos regalos, pedimos justicia».
La incertidumbre persiste, pero los trabajadores dejan claro que no bajarán los brazos: «Seguiremos luchando por los compañeros que están afuera y por los que siguen adentro, porque todos merecemos una solución».
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