Se llevó a cabo una conferencia de prensa para recordar que en Chivilcoy existe la ordenanza Nº 8356 que explicita que está prohibido fabricar, comercializar, tener, usar, manipular, depositar, circular y transportar elementos de pirotecnia con efecto audible o sonoro, haciendo hincapié en los efectos que la misma puede provocar especialmente a personas con TEA, bebés, ancianos, y animales.
La misma estuvo a cargo del secretario de Seguridad, Arturo Pertosa; la directora de Inspección General, Natalia Georgetti; y Luciano Dicroce y Ariel Pazzaglia, en representación de la ONG Azul, a su lado.
Cabe remarcar que en Chivilcoy esta ordenanza está vigente desde el 14 de julio de 2016, cuando fuera aprobada por el Honorable Concejo Deliberante.
En este sentido, Pertosa expresó: “Teniendo en cuenta la proximidad de las fechas festivas nos pareció oportuno recordarle a la comunidad sobre la existencia de esta ordenanza regulatoria respecto a la pirotecnia y, a su vez, concientizar sobre cómo afecta especialmente a personas con TEA, bebés, ancianos; como así también los animales, y al medio ambiente”.
Desde la Secretaría de Seguridad, como autoridad de aplicación de esta ordenanza, comunicarles que si detectan a alguien haciendo uso de pirotecnia sonora lo denuncien inmediatamente.
Por su parte, Giorgetti, explicó que “desde la Secretaría de Gobierno, en las áreas de Inspección General y Habilitaciones estamos trabajando con el fin de darle cumplimiento a esta ordenanza. En este sentido, pedimos también la colaboración de la comunidad para llevar las inspecciones correspondientes”.
Desde el Municipio ponemos a disposición nuestros medios de comunicación para que nos informen sobre lo que consideren relevante. Lo pueden hacer llamando al 0800-999-6864, vía página web, Facebook, o por WhatsApp al 2346-643636.
A continuación, Luciano Dicroce. de Azul, a su lado, explicó que “los niños con autismo sufren horrores con la pirotecnia ya que perciben a los estruendos como una verdadera catástrofe”.
De esta forma, amplió: “Una de las principales características de estos niños es que padecen un desorden del procesamiento sensorial, tienen los sentidos exacerbados, especialmente el auditivo, percibiendo los ruidos de manera aumentada. Son hipersensibles a los sonidos y a las luces, por lo que los espectáculos de fuegos artificiales se convierten en una auténtica tortura para ellos”.
Los estruendos provocados por la pirotecnia generan en estos niños un alto nivel de ansiedad y estrés, por lo que incluso pueden llegar a autolesionarse o a presentar convulsiones.
Por estas razones, y solidarizándose con todos aquellos que sufren efectos negativos por el ruido provocado por ciertos tipos de pirotecnia, desde la asociación lanzaron la campaña “Elegí Luces. Pirotecnia Cero”, en donde buscan que solo exista pirotecnia fría lumínica, y que la sonora no supere los 84 decibeles, con el objetivo de que tomemos conciencia como sociedad y todos podamos disfrutar las fiestas.
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