Rubén y Margarita viven en su casa nueva de la calle Yapeyú al 1195. El pasado miércoles la tormenta que azotó Chivilcoy les voló el techo por completo y les rompió gran parte de la mampostería de la vivienda.
“Ya habíamos tenido una experiencia con el tornado del 2012” relata Rubén a DECHIVILCOY, “no más que esta vez fue en nuestra propia casa, ya que en ese momento estábamos de caseros en una quinta”.
“Sentí la tormenta, le dije a ella que se levantara y nos paramos en el umbral de la puerta, sin pensar que podía llegar a ser tan tan fuerte” enfatizó, “no quedó nada, después de un año de trabajar, la inauguramos el 25 de diciembre. Tenía dos vehículos, los vendí y compré todos los materiales para hacer la casa, ahora hay que empezar otra vez”.
“Buscamos repararnos, no sé si fue instinto, pero sentíamos cosas caer, no veíamos nada porque no había luz” acota Margarita, quién dice que “con la ropa de cama” se fueron “como pudimos” a lo de su hija que vive en la esquina, “tratamos de resguardarnos lo más que pudimos” señaló.
Rubén sufrió un golpe fuerte en uno de sus hombros como consecuencia de la mampostería caída, “pero fue una desgracia con suerte” agrega “el techo de mi hija también subía y bajaba, si el viento hubiera seguido un poco más no sé”.
“Es muy difícil describir todo lo que te pasa en ese momento, no te da tiempo a reaccionar” dice Margarita. “Ahora le tengo mucho miedo al viento” señala Rubén y agradece a la Municipalidad “se portaron diez punto, tuvimos mucha ayuda gracias a Dios, también la gente de PAMI que se acercó. Mi señora no había llegado de vuelta de Bienestar Social que ya estaban acá en mi casa”.