Laura Razzari concejal M/C, fue muy firme en sus afirmaciones de cómo ve Chivilcoy, con sus falencias y necesidades y no hay otra persona en los candidatos que se presentan este 22 de octubre más preparado y amplio que Perillo para lo que nos demanden los próximos años.
El desafío de un intendente hoy en Chivilcoy es poder estar convencido de que iniciará su gestión tramitando una crisis y al mismo tiempo sentará las bases de un proyecto de ciudad con miras a los próximos 20 años.
Se crea un enorme interrogante en la ciudadanía cuando desde la política hablamos de propuestas integrales, la gente nos pide definiciones concretas que suenen realizables aun en medio de esta crisis.
Y es verdad, se puede, porque no hay tiempo que esperar.
Pensar la gestión política desde una perspectiva integral es pensar en clave de COMUNIDAD. ¿Por qué?
- Porque si pensamos en clave de comunidad, cuando hablamos de:
SEGURIDAD: No hablamos de policialización, sino del fortalecimiento de los lazos de solidaridad social.
SALUD: No hablaremos de lo que no podemos hacer porque nuestro gobierno no es afín con la provincia y la nación.
Porque JxC será una red institucional, política, ética y de recursos que hoy Chivilcoy no solo no tiene, sino que una dirigencia política inescrupulosa, en aras de dirimir sus propias tensiones, ha hecho pagar a la gente con el derecho de acceso a la salud sus diferencias, convirtiéndola en la única rehén.
CULTURA: No hablamos de traer a la gente de los barrios a propuestas culturales centralizadas únicamente en los museos, los cines o los teatros que termina siendo una propuesta clasista del Estado, no, hablamos de un estado que fomenta la creación de centros culturales por toda la ciudad, en cada barrio, que potencien las identidades de sus habitantes y las historias barriales silenciadas donde se hallan las soluciones que el Estado debe convertir en políticas públicas.
La paz social se consigue dejando de ver las diferencias sociales como un problema para pasar a entenderles como una fuente de riqueza donde está anclado el saber comunitario, manantial de política pública.
El Estado ya no es el proveedor que resuelve los problemas. Ese Estado ya murió. El Estado de los tiempos que vivimos es un agente facilitador, un coordinador entre los saberes inapelables de la gente y los recursos para la materialización de las soluciones.
El Estado no será más un lugar a donde llevar quejas, sino donde la ciudadanía empoderada es protagonista y lleva propuestas.
El Estado paternalista es antiguo, ineficiente y autoritario. Es el que mató cruelmente a un Concejo Deliberante vaciado de su función real hace muchísimos años, donde 18 personas se reúnen invariablemente a hablar de nada y hacer aún menos por su pueblo.
El Estado comunitario es promotor de la integración social, respetuoso de la diversidad, no ve en la marginalidad la delincuencia, sino las deudas de la democracia, de la corrupción, del clientelismo y la peste de la conurbanización.
Si pensamos en clave de comunidad y el Estado es un agente facilitador que convierte el potencial comunitario en política pública, puede por ejemplo imaginar un proyecto de desarrollo habitacional promoviendo y regulando un modelo integrado de negocios para potenciar el crecimiento del entramado comercial local, en un programa de desarrollo urbano con viviendas de calidad, construidas con nuevas tecnologías, de menor impacto ambiental, con arquitectura bioclimática y derecho a la belleza.
Ser intendente en Chivilcoy es venir a gestionar más de 20 años de tristeza que hoy se presenta con el rostro de la conurbanización para transformarla en una cultura del derecho a la felicidad, del derecho al futuro tangible, del derecho al protagonismo político desde la actividad comercial, desde el desarrollo en la educación, desde la promoción de la salud, desde la defensa del ambiente y la calidad del agua y desde la puesta en valor de la creatividad propia e inocultable de los emprendedores incansables que existen el Chivilcoy como capital local.
Ser Estado en Chivilcoy hoy, además, es pensar la política con proyección nacional e internacional y ponernos a favor de los vientos de la globalización.
No podemos seguir con administraciones que piensan en clave de aldea, de feudo y de nepotismo.
Un Chivilcoy amplio e inclusivo solo puede ser posible de la mano de Carlos Perillo.