Investigadores de la Universidad Nacional de La Plata analizaron a perros y gatos que convivían con pacientes que contrajeron coronavirus.
Investigadores de la Universidad Nacional de La Plata y de la Universidad Nacional de Santiago del Estero buscan la presencia del SARS-CoV-2 en casi un centenar de perros y gatos que convivían con pacientes que contrajeron coronavirus, con el fin de determinar si el virus afectaba a las mascotas y hasta el momento en ninguna de ellas fue posible detectarlo.
“Los dueños de las mascotas se preocupan, ellos están enfermos y quieren saber qué pasa con sus mascotas, y enterados de nuestro proyecto se contactan con nosotros”, explicó a Télam Nadia Fuentealba, investigadora del Conicet e integrante del equipo de investigación de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de La Plata que desde julio último investiga el rol de las mascotas en la infección con SARS-CoV-2.
La investigadora detalló que “una vez que nos contactan al correo covidenmascotas@gmail.com tratamos de ir lo más rápido posible; la toma de muestra se hace en la casa del paciente que tiene o ha tenido recientemente coronavirus, no se les pide que traigan a su mascota al laboratorio”.
El análisis no tarda más de una semana y se realiza en el domicilio del paciente con coronavirus
“Vamos al domicilio vestidos con el Equipo de Protección Personal para evitar el contagio de coronavirus, y se procede a realizar a la mascota un hisopado orofaringeo y también se hace un hisopado rectal”, informó Fuentealba.
Al domicilio concurren dos veterinarios, que son los encargados de sujetar al animal y de tomarle las muestras.
“Las tomas se realizan siempre que el animal no se ponga agresivo y lo permita”, puntualizó la investigadora, que agregó que “de ser necesario, y para que el animal esté más tranquilo se solicita a los dueños que participen”.
“El análisis no tarda más de una semana”, aseguró y precisó que “ya se tomaron muestras a 80 perros y gatos, los que dieron negativo para coronavirus”.
El proyecto es financiado por Agencia de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación dependiente del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, que también financia un proyecto similar por parte de un equipo de la Universidad de Buenos Aires.