La creación de nuestra propia Escuela de Policía Comunal desata opiniones encontradas entre los actores de nuestra comunidad.
Opiniones por doquier tan diversas como válidas porque emergen de las experiencias que cada ciudadano ha podido construir en el devenir de su historia individual y social.
Tales opiniones se ponen en danza cuando episodios de diversa índole nos ponen los pelos de punta ante los niveles obscenos de inseguridad que en nuestro país hemos alcanzado.
Episodios que se han vuelto parte del paisaje cotidiano y -si bien Chivilcoy todavía es un territorio “relativamente sano”- ya está inserto, como toda Latinoamérica, en un entramado de estructuras de corrupción que señalan un destino de destrucción inexorable.
Desde la óptica del Feminismo Popular Comunitario y el posicionamiento político del Bloque Feminista, entendemos que debemos superar el paradigma “vigilar y castigar” y por ello cada día ejercemos la función de control del Poder Ejecutivo comunal desde otro paradigma: el del desarrollo de políticas de cooperación, de trabajo conjunto, de la participación directa en la construcción de las políticas públicas.
Claro está, esta forma de hacer política es bastante más riesgosa que hacer oposición automática y taxativa, porque de los resultados que se desprendan de las acciones a llevar a cabo seremos también- en proporcional medida- corresponsables y deberemos dar respuestas por las ineficiencias y los errores con todo lo que ello implica.
Sin embargo, este Bloque Feminista apuesta a que la Policía de Proximidad no muera en una expresión de deseo ni en el aprovechamiento coyuntural de una desgracia social por parte de una dirigencia política, porque el feminismo es adverso a cualquier política clientelar… a cualquier intento de rapiña.
Es así que espera que los chivilcoyanos – que a través de las organizaciones intermedias estamos invitados a participar de la formación de esta nueva fuerza de seguridad local- nos demos cuenta que es la oportunidad más preciosa que tal vez tengamos para superar el daño que las dictaduras militares le hicieron a todas las fuerzas de seguridad cuando las corrompieron para ponerlas al servicio de los opresores de turno, cuando las entrenaron en contra de la ciudadanía, cuando las especializaron en reventar los lazos de solidaridad social.
Es la oportunidad de volver a tener nuestra policía de barrio, para que nos cuide. Pero también para nosotros cuidar de ella, hacerle sentir parte de nuestras vidas, hacerle saber nuestros dolores y sueños, darles la oportunidad de saber que el enriquecimiento en la vida no es material sino afectivo, que no es negocio volverse parte de las mafias para escalar por dentro y fuera de la fuerza porque al fin y al cabo también sus hijos, sus padres, hermanas, amigos y vecinos morirán en su propia guerra.
Hoy ciudadanos de Chivilcoy, todos –optimistas y pesimistas, progresistas y conservadores, los violetas amantes de los derechos humanos y los amarillos reaccionarios de siempre- todos tenemos gracias a esta iniciativa del Sr Intendente Guillermo Britos una oportunidad de reescribir la historia.
Este Bloque Feminista se anota entre los ciudadanos que van a participar en forma directa en la tarea de acercar su perspectiva profunda en derechos humanos, en la formación cívico moral que siempre le ha faltado a nuestra policía, porque vamos por un capítulo nuevo: el de la construcción de una democracia de géneros.
Porque vamos a contarle a cada oficial – oficiala que nuestro y su problema personal, es nuestro y su problema político.
María Laura Razzari
Presidenta
Bloque Feminista
HCD Chivilcoy