Luego de un año y meses, seguimos en una guerra sin fin contra el Coronavirus, una guerra que se ha llevado millones de personas en todo el mundo.
Nuestro país, nuestra provincia y principalmente nuestra ciudad no queda ajena a este combate sin fin. Lamentablemente día a día perdemos a vecinos y vecinas de Chivilcoy por causa del Covid-19.
Tenemos que lograr comprender que este enemigo invisible no perdona absolutamente a nadie y no hace diferencia social. Es un virus capaz de aniquilar nuestra propia raza.
Los y las profesionales de la Salud, son nuestro ejército, el que da batalla sin aflojar para salvar las vidas de nuestras familias, nuestros amigos y nuestros vecinos.
Nos tenemos que sumar a esta batalla. Los que tenemos la suerte de tener un trabajo tenemos que ser solidarios con nuestra sociedad e ir de casa al trabajo y del trabajo a casa.
No soy partidario de cerrar todo y poner en riesgo las fuentes de trabajo, pero sí de que seamos conscientes y pensemos que, si rompemos ese esquema, si de nuestro trabajo vamos a visitar a nuestros amigos, si realizamos una fiesta clandestina, estaríamos favoreciendo una cadena sin fin de contagios y seguiría ganando, como lo viene haciendo hasta ahora, el Coronavirus.
Posiblemente lleguemos al extremo de que en nuestra ciudad y nuestras localidades rurales terminemos todas y todos infectados, queda en cada uno de nosotros si lo permitimos o no.
Las herramientas de nuestro pueblo son usar correctamente el barbijo y/o tapabocas, respetar la distancia de dos metros, lavarnos frecuentemente las manos y usar alcohol en gel o al 70%, ventilar constantemente nuestra casa y nuestro lugar de trabajo, hasta tanto estemos todas y todos vacunados. Estas son las armas que tenemos a nuestro alcance para combatir el virus, usémoslas para exterminar este flagelo y fundamentalmente para que dejemos de tener que lamentar el fallecimiento diario de jóvenes y adultos mayores.
Les pido como joven, a quienes estén leyendo esta nota, que nos cuidemos, que respetemos las normas, que pensemos en todas las personas que viven en nuestro pueblo y ayudemos a todas las y los profesionales de la Salud que dejan absolutamente todo por nosotros.
No nos olvidemos que este enemigo ingresa por nuestros ojos, boca o nariz y va automáticamente a nuestros pulmones. Está en nosotros preservar la vida.
Sebastián García
Secretario JP Chivilcoy