Así lo señala un estudio realizado por especialistas del Instituto de Salud Global de Barcelona.
Los problemas de salud mental ocasionados por el coronavirus serán la siguiente pandemia que sufra el mundo, según señala un estudio realizado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal).
“La pandemia de Covid-19 ha afectado la salud de las personas, pero también sus objetivos personales, su dinámica familiar, su rol laboral y su estabilidad económica”, expresa la investigación, cuyas autoras son Ximena Goldberg, Oriana Ramírez, Matilda van den Bosch, Liudmila Liutsko y Berta Briones, según un despacho de la agencia Xinhua.
El estudio subraya que el impacto socioeconómico de la crisis sanitaria ha empeorado a su vez la salud emocional de las personas, lo que podría durar mucho más tiempo. Además, afirma que la salud mental resultó atacada de múltiples maneras, lo que requiere una acción urgente de intervención.
En este marco, el 85% de las personas con trastornos emocionales no recibió tratamiento en los países pobres y con ingresos medios, lo que augura una crisis “sin precedentes” en afectación de la salud, agrega la investigación.
Las autoras también destacan que, durante la pandemia, la modificación de los roles familiares, los casos de violencia doméstica, el aislamiento, la soledad, el duelo por la pérdida de familiares o allegados, la ansiedad generalizada, el desgaste profesional y el estrés postraumático, fueron las problemáticas más reiteradas, en muchos casos vinculadas entre sí.
Además, entre quienes padecieron coronavirus, hay un alto porcentaje de personas -entre el 30 y el 60%- que quedaron con secuelas que se vinculan a lo emocional, como alteraciones del sistema nervioso central y periférico, incluida la alteración de conciencia o su pérdida, según la investigación del ISGlobal.
La depresión y el síndrome de fatiga son los estados más persistentes entre quienes padecieron la enfermedad, mientras que el llamado síndrome neuropsiquiátrico es el más agudo, seguido del estado de desánimo y la ansiedad.
Las autoras subrayaron que, a futuro, se requiere diseñar estrategias de protección social para combatir estas problemáticas surgida a raíz del desempleo, la pérdida inesperada de seres queridos, la enfermedad o el aislamiento por la pandemia.