Así lo expresa este destacado fotógrafo de nuestra ciudad, que destaca que una de las cosas más lindas de la fotografía, es compartir con los otros las vivencias que ésta propone.
Dialogamos con el reconocido fotógrafo chivilcoyano Rodolfo Conti, quien cuenta en su haber con numerosas menciones y distinciones por su labor fotográfica. Comenzó a sacar fotos cuando nacieron sus hijos, y fue Jorge Albalat quien le insistió para que empiece a inscribirse en concursos. Hace un tiempo forma parte del Taller Digital de Encuentro por las Artes, donde sigue formándose y, fundamentalmente, compartiendo sus vivencias y alegrías con el grupo.
“Me acerqué a la fotografía fundamentalmente con el nacimiento de mis hijos” cuenta “Rolo”, como es popularmente conocido en la ciudad. En este amante de la fotografía –y el golf- se nota la pasión y el tiempo que dedica a cada una de sus actividades.
“Me gusta salir a caminar y mirar, la foto aparece ahí, donde menos te lo esperas”, asegura al ser consultado sobre cómo buscar una toma perfecta.
En lo que refiere al paso de la cámara analógica a la cámara digital, el asegura que prefiere estas últimas, aunque no haya sido fácil el proceso de adaptación. “Por suerte Emiliano Scaturro nos tiene mucha paciencia”, dice, y nos cuenta que hace tiempo se sumó a sus talleres en Encuentro por las Artes, que “más allá de un espacio de taller es un lugar de encuentro”.
Más allá de las clásicas presentaciones en las muestras fotográficas en nuestra ciudad, en la que ha participado innumerable cantidad de veces, Conti se destaca por publicar sus fotos en el sitio web FotoRevista (www.fotorevista.com.ar), que le ha dado muchísimas alegrías, gracias a la gran cantidad de menciones obtenidas con fotos bajo distintas temáticas.
Los gatos, los paisajes, la arquitectura de la ciudad son algunas de sus fotos características, y de lo más destacado que hace. Precisamente, sobre los frentes de nuestra ciudad Rodolfo ha hecho un libro, titulado “Chivilcoy que no miramos”, dedicado al acervo arquitectónico de nuestra ciudad.
Sobre este libro fotográfico, Rolo cuenta que surgió de una propuesta de Emiliano en el Taller, que tuvo una repercusión mejor de la esperada. “Me crucé con Carlos Armando Costanzo y le pedí que me haga una reseña y el resultado fue fantástico” –sostuvo- y lamentó el hecho de que “imprimir fotografía sea tan caro”.
Si hay algo que este fotógrafo no pierde es la curiosidad, esa búsqueda incansable por tener una buena foto, que lo lleva a caminar las calles de la ciudad ya disfrutar de cada viaje de manera especial.
“Las menciones, los reconocimientos, son un incentivo para seguir y un mimo al alma”, asegura, mientras cuenta los proyectos más próximos que se le avecinan, y brega por poder volver a la normalidad, tras todos los inconvenientes que trajo la pandemia, para poder compartir las vivencias que propone la fotografía.
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