Las obras, se están haciendo gracias a un convenio firmado entre el Municipio, la SISU y el MTE, incluyen veredas, arbolado y conexiones eléctricas en los domicilios.
La secretaria de Desarrollo Social, Natalia Giorgetti, junto a representantes e integrantes de la cooperativa evita del movimiento de trabajadores excluidos (MTE), recorrió las diversas obras que se están ejecutando en el Barrio Blanco, en el marco de un convenio firmado entre el Municipio y la SISU, gracias al cual se destinarán $54.000.000 para la construcción de veredas, arbolado público y conexiones eléctricas en los domicilios en los barrios populares.
En este marco, Giorgetti manifestó: “es una alegría haberle dado inicio a este proyecto que involucra a los barrios populares de nuestra ciudad» y enfatizó: «son los vecinos del barrio y la Cooperativa Evita los que realizan el trabajo y esto es de destacar porque significa trabajo digno para mucha gente y lazos de acercamiento al barrio”.
Y remarcó: “obras como estas (de electricidad, veredas y arbolado público) cambian la vida de muchos vecinos; y es un acierto que cooperativas puedan mostrar a la comunidad lo que son y qué hacen”.
Por su parte, el arquitecto Ezequiel Caselles explicó: “estamos muy contentos de estar en estos barrios donde se necesitan tantas obras y que se pueda garantizar el acceso a derechos básicos, como es tener vereda y servicios eléctricos”.
Asimismo, sostuvo: “la Cooperativa genera lazos diferentes entre los trabajadores. se plantea desde el concepto de trabajo digno, cumpliendo los requisitos de seguridad y haciendo énfasis en el compañerismo que se va generando”.
En tanto, informó que “hay cuadrillas de mujeres que se están capacitando en la parte eléctrica y son objetivos de la Cooperativa que pertenece al Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), que tiene el objetivo de lograr empresas sociales que se sostengan en el tiempo y planteen otra forma de trabajar y dignificar la labor”.
La integrante de la Cooperativa, Daniela se refirió a los trabajos llevados a cabo y explicó: “empezamos sobre calle N° 88 y recibimos un montón de agradecimientos de los vecinos. Ha cambiado la rutina de la gente del barrio y están felices. Había gente que a las 9 de la noche comía a la luz de la vela y hoy pueden comer con luz eléctrica, incluso hay gente que puede seguir trabajando hasta la noche como una vecina que es peluquera”.
Finalmente, David, integrante de la cooperativa, manifestó: “da satisfacción ver a los vecinos agradecidos cuando terminamos los trabajos. Es muy lindo poder ayudar a la gente».