COMUNICADO DE CICOP
CICOP: Frente a una Salud Pública colapsada reclamamos al Gobierno jerarquización salarial y condiciones dignas de trabajo.
TARIFAZOS, DESEMPLEO Y RECESIÓN
Transcurrido el primer mes del nuevo año, con el arrastre de los números de una inflación que, en los hechos, significó una rebaja en los ingresos de asalariados, jubilados, pensionados y beneficiarios de programas sociales, no se observa hacia adelante ninguna señal de mejora en la economía real. Los elevados precios de los artículos de primera necesidad, el aumento del costo en los servicios y el transporte público, se traducen en un malestar general cuya expresión pública han sido hasta ahora algunas movilizaciones y ruidazos en diferentes lugares de CABA, el conurbano, Rosario y Mar del Plata, replicados en otras ciudades también.
A esto hay que sumarle la pérdida de empleos formales que llegó a la cifra récord de 200.000 en 2018, el aumento de la precarización laboral, el cierre de fuentes de trabajo, así como la caída en la pobreza y la indigencia de un número creciente de familias. Se incrementa también, como consecuencia de la amenaza cierta de quedarse sin trabajo, un sector que se denomina “clase media frágil”, que ve deteriorarse paulatinamente su nivel de vida, sus condiciones habitacionales y su acceso a determinados servicios.
Este aumento de la debilidad económica de grandes sectores de la población es un dato que, sabemos por experiencia, se traduce en un empeoramiento de las condiciones de la salud como concepto integral. Frente a esto, el sistema sanitario público, tal como se lo viene desfinanciando, está lejos de poder brindar respuestas adecuadas. Si lo ha hecho hasta ahora, ha sido por el compromiso de sus trabajadores que no sólo se pone de manifiesto en las situaciones más críticas, sino también en el trabajo diario, a pesar de los salarios desjerarquizados y las condiciones paupérrimas en que desarrollamos nuestras tareas en hospitales y centros de salud.
INCENDIOS, APAGONES Y OTRAS DEFICIENCIAS
El último mes del año 2018 y el primero del 2019 dieron cuenta del modo más acabado de todo lo que funciona mal en el sistema de Salud provincial. Aún está en proceso de reconstrucción y brindando un servicio de contingencia, el hospital Oñativia de Rafael Calzada, afectado por un incendio a mediados de diciembre. La población que depende de ese efector para resolver sus problemas de salud debe emigrar a otros hospitales de la zona, que se han visto desde entonces desbordados y sobrepasados largamente. Los plazos comprometidos por el Ministro Scarsi y sus funcionarios para poner en marcha lo que destruyó el incendio deben cumplirse en tiempo y forma, ya que en un sistema en crisis la ausencia de atención en un hospital no hace más que profundizar los problemas sanitarios de la población en su conjunto.
Por otro lado, los ecos del apagón que sufriera el miércoles anterior el hospital San Martín de La Plata durante más de tres horas aún subsisten. De hecho, otra interrupción eléctrica más breve en el servicio de neonatología el día martes pasado volvió a encender todas las alarmas. Sin información clara sobre lo que sucedió y con la angustia e incertidumbre de que pueda ocurrir nuevamente, el hospital y sus trabajadores se encuentran en estado de alerta y sensibilizados frente al riesgo corrido. El abrazo que nuestra seccional llevará adelante el día jueves 7, decidido en asamblea y con la indispensable convocatoria a la comunidad, será una expresión visible de esos reclamos.
En ambas situaciones aún persiste el desconocimiento de las causas que las originaron. Las razones por las cuales se incendió un hospital y otro se quedó sin luz durante un lapso inadmisible requieren respuestas certeras, las únicas que permitirán tomar medidas para que no vuelvan a ocurrir estos hechos. Sin embargo, claramente, hay una causa más general denunciada por CICOP una y otra vez: un presupuesto a la baja que aplica un ajuste severo sobre las políticas públicas en general y sobre la salud en particular. Se trata de decisiones del más alto rango de quienes nos gobiernan, que privilegian llegar al déficit cero, cumplir las metas que imponen los acreedores externos y beneficiar al poder económico concentrado a expensas del sufrimiento de grandes sectores de la población.
INCUMPLIMIENTOS PARITARIOS Y RECLAMOS PENDIENTES
De la última paritaria de la ley 10471, cerrada tardíamente en noviembre del 2018, quedaron pendientes de concreción, además del llamado a una nueva discusión en el mes de diciembre, los acuerdos a los que se comprometieron los funcionarios de Trabajo, Economía y Salud a fin de avanzar en la interinización de la totalidad de los becarios, la puesta en marcha de las modificaciones del Reglamento de Residentes y la efectivización de las Comisiones de Recursos Humanos en todos los hospitales con su correspondiente resolución. Debía avanzarse también, en la convocatoria posterior que nunca se produjo, en la definición de expedientes de concursos y otras situaciones, en la continuidad de las mesas técnicas de Recursos Humanos, Violencia e Infraestructura, así como en la conformación de la mesa técnica Previsional.
Todos estos reclamos fueron planteados en la reunión llevada a cabo con el Ministro Scarsi el pasado 15 de enero y retomados en esta semana con el Viceministro Busso y el Director Provincial de Hospitales Ravecca. Ambas reuniones, más allá de estar atravesadas por las situaciones de los hospitales Oñativia y San Martín, como ejemplos dolorosos de la crisis general, volvieron a dar muestras de la falta de voluntad política para avanzar en la resolución de los temas pendientes. A esto, se suma la falta de recomposición salarial de nuestro sector que dificulta el ingreso de profesionales y deja servicios desmantelados o funcionando con un número inadecuado de personal.
Frente a este panorama, instamos a comenzar con los debates, no sólo al interior de las Comisiones Directivas Seccionales, sino también convocando al conjunto de los compañeros de hospitales y centros de salud, buscando las mejores estrategias que aseguren una participación amplia en las discusiones. Será, como siempre, en base a lo que resulte de esas instancias, que iremos perfilando los tiempos y las modalidades de la lucha a desarrollar en el complejo escenario de un año electoral, con la defensa de la Salud Pública como norte y con el Derecho a la Salud para toda la población como bandera, promoviendo acciones en unidad con aquellos sectores dispuestos a sostenerlas.