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El 2 de abril se conmemora el “Día del Veterano y de los caídos en la Guerra de Malvinas” para homenajear y recordar con orgullo a los soldados que combatieron en el conflicto bélico del Atlántico Sur en 1982. Hoy a 37 años, tenemos una nueva oportunidad para reivindicar la memoria, la soberanía y la libertad.
La Guerra de Malvinas fue un último intento del régimen militar de revitalizarse ante el desastre económico y social impuesto por el gobierno de facto de 1976, y frente a las denuncias de violaciones a los derechos humanos que se hacían escuchar en el exterior.
La Guerra de Malvinas fue una decisión desesperada por continuar en el poder de los militares que habían tomado el gobierno por la fuerza, duró desde el 2 de abril hasta el 14 de junio y costó la vida de 649 personas, entre ellos oficiales, suboficiales y jóvenes de 18 años que cumplían el servicio militar y mutilaciones y heridas de casi 1300, además de secuelas psicológicas que llevaron al suicidio a más de 350 excombatientes.
El 2 de abril de 1982 los argentinos nos despertamos con la noticia de que las Islas Malvinas, aquel pedazo de tierra alejado al sur de nuestro país, habían sido recuperadas por un sorpresivo desembarco de tropas del ejército, como muestra de soberanía.
El gobierno inglés al mando de Margaret Thatcher reaccionó enviando hacia las islas un ejército superior en número y equipamiento y a partir de ese momento, comenzó una cruenta batalla en mar y tierra.
Dos meses y medio después, el 14 de junio la guerra finalizó con la rendición de las tropas argentinas. La derrota precipitó la caída de la dictadura que meses más tarde llamó a elecciones y el 30 de octubre de 1983 se realizaban comicios democráticos luego de siete años de oscuridad.
Fue recién a partir del 2003 que el gobierno de Néstor Kirchner consideró la “Cuestión de Malvinas” y el reclamo de soberanía sobre las islas como una política de Estado. En 2012 en la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner se oficializó la entrega del informe confeccionado en 1982, en el que se evaluaba el desempeño de las Fuerzas Armadas durante la Guerra de Malvinas. De esta forma se pudo impulsar desde el gobierno nacional la memoria y el honor para quienes lucharon en el frente de batalla y se renovó el pedido ante el gobierno británico para que acate las resoluciones de Naciones Unidas e inicie un proceso de diálogo con la Argentina sobre la soberanía. El conflicto de Malvinas no sólo ayudó a la caída de la dictadura cívico-militar, sino que marcó a toda una generación que luchó por la soberanía nacional.
Porque la soberanía sobre Malvinas constituye un derecho irrenunciable e indeclinable del pueblo argentino.
Claudia Bogliolo | Concejal PJ Cumplir