El 17 de octubre nos remite siempre a un valor, al valor de la lealtad. Muchas veces se confundió la lealtad y se pensaba que los trabajadores y el pueblo argentino habían salido, aquel 17 de octubre, a buscar a un coronel del pueblo, porque ese coronel del pueblo les había dado cosas, creían que la lealtad era un sentimiento que solamente puede expresarse a través del interés personal. Pero la lealtad de los trabajadores, en aquel 17 de octubre, tuvo que ver y tiene que ver también con la coherencia de los propios intereses, no de los individuales, sino de los colectivos.
Aquella tarde del 17 de octubre, cuando miles de argentinos se volcaron a las calles, el peronismo no existía como partido, ni como movimiento, fueron a defender sus derechos en coherencia absoluta con la defensa de los intereses de los más humildes: de los trabajadores, de los artesanos y entonces tenemos que rescatar los argentinos el valor de la lealtad, no como seguidismo político, sino como reconocimiento de la defensa de los intereses populares. Una lealtad que siempre, como todas las lealtades son a dos puntas, no existe lealtad de un solo lado, existe lealtad del pueblo que reconoce en los dirigentes que los representan y que lo defienden a sus verdaderos representantes. Y existe lealtad en los dirigentes, cuando estos no traicionan el voto popular y defienden el proyecto por el cual fueron votados.
Hoy, argentinos y argentinas, esa respuesta política, social y cultural cobra más vida que nunca, cuando se derrumban los paradigmas del individualismo, de la especulación resurge, con más fuerza que nunca, nuestras ideas. Pero no son ideas que sean excluyentes de otros argentinos, porque en este camino, en esta larga historia, que hemos hecho, desde aquel 17 de octubre de 1945, hemos hecho también muchos aprendizajes, hemos comprendido que con nosotros solos no basta, que es necesario convocar a todos los argentinos y a todas las argentinas que crean en la Patria, que crean en la Nación, en la producción, en el trabajo, en la educación, en la salud y en la cultura
La apertura de nuestras cabezas, de nuestros corazones para tender la mano solidaria, para saber que aún falta porque hay argentinos que todavía no tienen trabajo o que su hijo no tiene educación o que no han logrado la vivienda, nos lleva a nosotros, desde nuestra historia, desde nuestras ideas a saber que hasta que todos los argentinos no tengan la dignidad del trabajo, la seguridad de la salud y la educación, será necesario seguir redoblando el esfuerzo, el trabajo y el sacrificio de cada uno de nosotros.
Por eso es fuerte y es necesario que todos comprendamos el momento histórico que estamos viviendo, diferente a aquel 17 de octubre, pero tan fundacional en la Argentina y en el mundo como fue aquel movimiento histórico.
Partido Justicialista Chivilcoy
Darío Speranza | Presidente