En este día tan particular recordamos el aniversario del natalicio de la Compañera “Evita”. Nos parece importante rendir un sentido y merecido homenaje a quien fue una luchadora incansable por los derechos de hombres y mujeres, ancianos y niños, llegando a los corazones de los más humildes, siendo la llama de la pasión peronista; tuvo una vida apasionada, entregada a Perón y a su Pueblo que no la olvida.
El 7 de mayo de 1919, nace en Los Toldos, María Eva Duarte, la quinta hija de Juana Ibarguren y Juan Duarte a la que bautizaron en la Iglesia de Nuestra Señora del Pilar, de General Viamonte, el 21 de noviembre del mismo año.
Desde su pueblo natal, llegó a Buenos Aires cargando sus sueños de actriz y conoció al coronel Perón en un festival organizado para recaudar fondos para los damnificados por el terremoto de San Juan, en enero de 1944. Jamás se separarían hasta su muerte prematura a los 33 años.
Evita, no sólo fue la guía y la abanderada de nuestro movimiento, sino que también fue su alma y su ejemplo.
Integró la Secretaría de Trabajo y Previsión, donde ha dejado jirones de su vida y de su salud, para poder estar más cerca de su pueblo. Repartía colchones, muñecas, máquinas de coser y demás, ya que la desigualdad era muy grande. Desde ese lugar aportó enormemente a que esa desigualdad sea más pequeña.
Impulsó la ley del sufragio femenino, creó una fundación en donde los argentinos hacían colas durante varias horas para ser atendidos por ella, transmitirle su realidad y así Evita poder concretar la acción necesaria.
Sigamos recordándola por lo que fue. Una mujer, una compañera, una ciudadana que utilizó la política como herramienta de transformación, construyendo un piso de derecho tan inigualable que, hasta el día de hoy, una gran parte del pueblo la recuerda y enaltece.
Rocío Morales y Matías Giarraputo, responsables del Movimiento Evita Chivilcoy.