El 6 de noviembre de 1994 se constituyó la Corriente Clasista y Combativa.
La CCC surgió en medio de la lucha contra el plan de ajuste y privatización menemista, reivindicando el clasismo antioligárquico y antiimperialista de los setenta, cuya figura emblemática es el líder de los trabajadores mecánicos cordobeses René Salamanca, integrante de la Comisión Política del PCR, secuestrado por la dictadura el mismo 24 de marzo de 1976.
Unos meses antes, en mayo de ese 1994, se realizó en Buenos Aires un plenario nacional sindical con muchas de las comisiones internas, delegaciones sindicales y de organizaciones de trabajadores que luego constituirían la CCC.
En ese plenario de mayo se acordó en trabajar por la unidad con otras corrientes del movimiento obrero, como la CTA que dirigía entonces Víctor De Gennaro y el MTA encabezado por Saúl Ubaldini, Palacios y Hugo Moyano. La primera expresión de esto fue la Marcha Federal que el 6 de julio de 1994 conmovió al gobierno menemista, y puso en el centro de la escena las demandas obreras y populares. Un mes después se realizaría, el 2 de agosto, un paro nacional.
Desde el inicio, la CCC se organizó como un corriente político sindical que, desde su reivindicación del clasismo revolucionario, se planteó la necesidad de unir para la lucha “a todos los que enfrentan la política menemista”, y de recuperar de manos de los colaboracionistas de turno los cuerpos de delegados, comisiones internas y direcciones sindicales, como se dijo en el plenario constitutivo de la CCC, que se realizó ese domingo 6 de noviembre en la Ciudad de Buenos Aires.
Más de 400 delegadas, delegados e invitados de distintos gremios y provincias aprobaron la constitución de la CCC ese 6 de noviembre de 1994. Desde el inicio, los trabajadores ocupados empalmaron con el movimiento de jubilados que por esos años enfrentaba la ofensiva de Menem-Cavallo, y con el movimiento de desocupados creciente que en ese entonces se nucleaba en la “Corriente de casas, villas y asentamientos de Capital Federal y el Gran Buenos Aires”.
En un proceso de organización y lucha que excede contar en estas líneas, se fueron desarrollando las distintas agrupaciones y corrientes de trabajadores ocupados estatales y privados. Junto a ellas crecieron el Movimiento Independiente de Jubilados y Pensionados (MIJP), y lo que es hoy el Movimiento de Desocupados y Precarizados de la CCC.
Estas son las “tres patas” de la CCC, que nacieron siendo parte de las inmensas luchas y puebladas de esa década que culminaron en el Argentinazo del 2001, cuando por primera vez el pueblo en las calles derrocó a un gobierno nacional, el presidido por el odiado Fernando de la Rúa.
Veintisiete años después, hoy peleamos por cerrarle el paso al macrismo, miles y miles de compañeras y compañeros en todo el país mantienen en alto con orgullo las banderas clasistas y revolucionarias con las que nació la CCC.