Profetas bananeros (*)
Por Fernando San Romé
Sin querer este artículo formará parte de una trilogía que tiene que ver con la apropiación de los símbolos en política, la creación de nuevas subjetividades, la colonización del saber, del lenguaje y sobre el vaciamiento fraudulento del discurso.
El primer artículo fue en 2012 sobre el PRO y el uso inapropiado de los símbolos, inspirado en la imagen del Che en remeras de la Juventud PRO, pero con el perfil del rostro de Mauricio Macri.
El segundo fue en 2015 motivado por la inauguración del gobierno de Macri en la Ciudad de Buenos Aires de un monumento a Juan Domingo Perón junto a dirigentes justicialistas de la talla de Eduardo Duhalde, el extinto Gerónimo Momo Venegas y Hugo Moyano entre otros demostrando como el sello PRO-Cambiemos utiliza la “mimetización ideológica” para simular ser peronista y tratar de captar votos de esa corriente en la etapa pre-eleccionaria del año 2015.
Ambas estrategias de simulación son pergeñadas por su asesor principal Jaime Durán Barba. Hay que reconocer que el mismo tiene un gran conocimiento teórico práctico de las ciencias políticas para inventar aspirantes a presidente en esta etapa engañosa de las democracias modernas liberales, del “coucheo” de candidatos, de mentiras pos-verdaderas y del derribo sin armas de enemigos políticos denominado Lawfare y ser eficaces al momento de catapultarlos al éxito.
República bananera es un término peyorativo para un país que es considerado políticamente inestable, empobrecido y atrasado, cuya economía depende de unos pocos productos de escaso valor agregado simbolizados por las bananas, gobernado por un dictador o una junta militar, muchas veces formando gobiernos fraudulentamente legitimados. También suele identificarse como característica de república bananera el poder casi absoluto que ejerce sobre determinado gobierno una gran empresa extranjera (o varias de éstas), ya sea mediante sobornos a los gobernantes o por simple ejercicio de su poder financiero.
El término continúa siendo usado en muchas ocasiones para describir de manera despectiva a ciertos gobiernos de los países latinoamericanos, Caribe, Asia o África. El término fue acuñado por un humorista estadounidense que pasó varios años en Centroamérica, para referirse a Guatemala, la cual tenía convenios con la United Fruit Company, que básicamente controlaba la economía del país.
Argentina con Durán Barba cuenta con un profeta que promueve las características de estas naciones bananeras, que prometen convertir populismos en republicas y ordenar la vida de la gente a la vez que se suspenden las garantías constitucionales, se violan derechos obtenidos y se incomoda la vida económica de las familias entre otras calamidades.
Mi intención es denunciar la gran farsa que significa la insistencia del profeta ecuatoriano en demostrar que Macri “es la nueva izquierda y el PC no es más el partido comunista sino Personal Computer” (Clarín 24-10-17). Nada de esto es creíble y sus juegos de palabras provocativas no deja dudas de que estamos ante un personaje cínico, perverso, manipulador y sagaz que demuestra un gran conocimiento de como mentirle a las masas.
La doctora en Ciencias Sociales María Graciela Rodríguez asegura en un articulo de Pagina 12 que los pensadores de Cambiemos leen a Gramsci, basada en la lectura del trabajo del culturalista jamaiquino, investigador de la Universidad de Birmingham Stuart Hall, al detenerse en el capitulo que habla de dominación y hegemonía. Se destaca un fragmento que dice: “el establecimiento real de la dominación en la hegemonía se produce cuando se tiene la capacidad de contener, educar y remodelar activamente a las fuerzas opositoras, de mantenerlas en sus lugares subordinados. Lo que Gramsci enfatiza en la hegemonía es más el trabajo de subordinación que el logro de una incorporación total”. La autora dice que la alianza Cambiemos no solo subordina con la seguridad de “hacer lo que se debe hacer” sino que coloniza elementos simbólicos de la sociedad, opera sobre el pensamiento moral popular y fortalece el sentido común.
Es así como la promesa fantástica de Cambiemos se infiltra por los poros de la sociedad y se hace creíble intentando introducirse en el lenguaje y así llevar a cabo su propia batalla cultural y su relato. Por eso la importancia de la captura del partido gobernante a través de la visión de sus intelectuales de las características, necesidades, deseos y aspiraciones de la sociedad que los eligió en las urnas.
El intelectual peruano Aníbal Quijano habla de la colonialidad del poder para caracterizar un patrón de dominación global propio del sistema-mundo moderno/capitalista originado con el colonialismo europeo a principios del siglo XVI, particularidad que todavía sobrevive en las elites vernáculas.
La apropiación de los símbolos que no pertenecen a la tradición conservadora y liberal no se puede permitir que sean profanados por este tipo de intelectuales que se avergüenzan de reconocer abiertamente a sus inspiradores teóricos como Adam Smith, el Consenso de Washington, reconocerse seguidores de las recetas del FMI o de economistas de la escuela de Chicago como Milton Friedman partidarios del libre mercado o que hipertrofian sus músculos pedaleando en la bicicleta financiera. Tampoco reconocen su identidad de derecha conservadora o de fomentar entre sus partidarios y seguidores prácticas racistas, reaccionarias o autoritarias.
La cereza de la torta es leer a Jaime Durán Barba escribiendo en la revista Noticias sobre Karl Marx y allí nace la idea de escribir este artículo cuyo fin no es enunciar el relato interpretativo de la historia del Magister en Sociología sino contrastar las incoherencias. Solo se puede coincidir en la apreciación de que no hay otro intelectual que haya impactado tanto en la historia de la humanidad como el filósofo alemán, pero la táctica de Durán Barba de hablar de Marx como casi nunca se ha hecho en años es un tanto tramposa, tanto como la idea de que la sociedad crea que Mauricio Macri es la nueva izquierda.
Resignificar a Marx por parte de estos personajes, en un mundo de derechas y en un país neoliberal suena un tanto irónico. Ha ocurrido desde un record de tatuajes de la imagen del pensador o de sus frases hasta eventos conmemorativos de los 200 años de su nacimiento en el Teatro Cervantes, aunque esto es más valorable porque si bien fue auspiciado por Cultura de la ciudad los protagonistas fueron en general intelectuales marxistas y organizado por Institutos de Formación verdadera de estudios marxistas.
Digamos que se ha instalado conocer las virtudes del Marxismo en la era Cambiemos sin ser el mismísimo Marx invitado. Y la realidad que desea implantar Duran Barba no solo no es como él afirma ser tan diferenciada desde los albores del siglo XIX con respecto al siglo XXI, sino que es muy parecida porque en toda época el capital que combate el Marxismo solo ha generado hambrunas, guerras, desastres ecológicos convirtiéndose en una fábrica de pobres y de desigualdades. Antes y ahora, tratando de explicar como los factores económicos inciden materialmente en el desarrollo de la historia, la explotación del hombre por el hombre y el origen de la familia, la propiedad privada y el estado. Su teoría fue utilizada para enriquecer la filosofía, la sociología, la antropología, la economía y la propia historia allí donde existen desigualdades y lucha de clases.
No es que los intelectuales que usan sus ideas son utópicos o irreales, sino que el capitalismo liberal practicado por el gobierno actual y las democracias modernas del planeta transforma al mundo para complacer a las elites que concentran cada día mas riquezas beneficiando solamente al sector financiero internacional en detrimento de las mayorías populares, generando más miseria y muerte. En esto se parece el mundo en que vivió Marx por que lo que no ha cambiado es la mezquindad de algunos seres humanos y su codicia. Así que no se comprende cuales son las nuevas revoluciones que menciona el intelectual macrista a menos que estemos en presencia de una revolución de la derecha nacional al ser cada vez más dependientes, como jamás fuimos en la historia, del capital financiero y en presencia de la mayor transferencia de recursos desde los trabajadores y los pobres a los más ricos de nuestro país entre los cuales se encuentra el Presidente y sus colaboradores.
La inmunidad para contrarrestar este presente mentiroso está en lo profundo de nuestro conocimiento, en nuestro latinoamericano pensar, en lo que Boaventura de Souza Santos llama “la construcción de una epistemología del sur” para que el poder no continúe su labor colonizante ni nuestro saber sea colonizado. Es el único camino para despojarse de estos profetas bananeros.
sr. ud. hace rato que viene esquivando cuanto comentario se hace en sus notas sin sentido. Uds.es complice de la destruccion de este pais y complice de haber caido al abismo despues de haber sido la 7ma economia mundial.
de algo estoy seguro, NO VUELVEN NUNCA MAS!
si tiene alguna dida de algun tema puede venir a plantearlo y lo debatimos