Sabemos que, una ciudad accesible, hace referencia a un entorno urbano pensado y diseñado de manera inclusiva.
La finalidad que tiene una ciudad accesible es la de brindar igualdad de oportunidades y desplazamiento a todas las personas, independientemente de sus capacidades físicas, sensoriales o cognitivas.
Una ciudad accesible con rampas y señaléticas adecuadas promueve la inclusión social al permitir que todas las personas participen plenamente en la vida comunitaria. El beneficio es directo para las personas con discapacidades como también para personas mayores o familias con niños pequeños y desde luego, para cualquier otra persona que no pueda enfrentar transitoria o permanentemente, barreras arquitectónicas en general.
Un Chivilcoy accesible como el que pretendemos, facilita la movilidad de “todos” los habitantes. Las calles y aceras accesibles, el transporte público adaptado, rampas y ascensores en edificios públicos y privados con la señalización correspondiente son los elementos que garantizan un desplazamiento fluido para todas las personas.
Una ciudad accesible fomenta un estilo de vida saludable dado que facilita el acceso a parques y espacios recreativos, llevar a cabo infraestructura para la práctica de deportes adaptados y acceso a instalaciones médicas públicas o privadas, contribuyen a mejorar la calidad de vida.
Una ciudad accesible como el Chivilcoy que imaginamos impulsa la economía local y el turismo. La eliminación de barreras facilita el acceso a los comercios como tiendas, restaurantes, hoteles y lugares turísticos. Consecuentemente, se fomenta el consumo y se atraen visitantes, sean personas con discapacidad o personas mayores, que casi siempre viajan acompañados.
Más allá de crear oportunidades de nuevos empleos en un Chivilcoy accesible, seguramente también atraerá inversiones de empresas que valoren la inclusión y la diversidad, ya que éstas, contarán con un lugar atractivo para establecerse generando crecimiento económico.
Resumiendo, un Chivilcoy accesible como el soñado, beneficia sin dudas a todos los vecinos al promover la inclusión social, la movilidad, la salud, la economía, el empleo, el desarrollo económico, la seguridad y el bienestar emocional.
La planificación y el diseño de ciudades totalmente accesibles son producto de una convicción política fundamental para construir comunidades más equitativas, justas y deseables de ser habitadas.