La fotógrafa y escritora hizo un análisis respecto a cómo se reinventó en la cuarentena.
La fotógrafa y escritora, Patricia Graziadei, hizo una reflexión sobre el trabajo en el contexto de la pandemia y brindó detalles de algunas de las actividades a las que estuvo abocado. “Hace más de un año que tuvimos que reinventarnos y deconstruirnos en el marco de esta época en la cual hay más incertidumbre que certezas”, sostuvo.
En este sentido, analizó: “Se extraña muchísimo la presencialidad, las muestras y los encuentros, pero, de alguna manera, continuamos con el trabajo de manera virtual, los que nos llevó a resignificar todos los espacios”.
A continuación, enumeró las actividades a las que se ha encontrado abocada: “Con el grupo del Oeste Art, tanto desde el punto de vista literario como el fotográfico, en mi caso, he participado en varias oportunidades”.
“Con SADE también hemos participado en forma virtual y hemos relanzado la Expo en ASIMRA, que se están compartiendo los videos por las redes sociales, porque ni siquiera se pudo hacer una inauguración, sólo la pueden ver las personas que van a los consultorios”, sostuvo.
En cuanto a lo literario, indicó que “el año pasado participé de un poemario colectivo que se llamó “Poetas que cuentan” y también fue lanzado en forma virtual. Además, participé de un proyecto con el Taller Flotante que está próximo a salir como así también de revistas literarias para poder mostrar lo que uno hace”.
A nivel fotográfico, expuso: “El año pasado cerramos un taller con Daniel Muchiut, que en algún momento haremos una muestra para exhibirlas en forma presencial, en la cual pudimos documentar esta época del confinamiento respecto a la huella que iba dejando en nosotros y cómo íbamos resolviendo esto”.
En este sentido, amplió: “Con el grupo hicimos una serie de fotografías, que se trató de autorretratos, para ver que vestigios iba dejando en nosotros la pandemia y cómo lo visibilizábamos. También cómo íbamos resignificando los espacios de nuestro hogar en este marco. Fue muy interesante porque pudimos documentar la cotidianeidad incluso la del barrio, en las escasas salidas que teníamos en las zonas cercanas a nuestros barrios”.
“Esto enriqueció la mirada fotográfica porque en este caso nos tocó hacer foco en lo que teníamos más cercano, por ejemplo, en nuestra propia casa, más que nada en detalles, que a veces están invisibilizados, como el crecimiento de una flor, el cielo, los cambios en la naturaleza, que es un tema que particularmente me interesa”, exclamó.
“Así pudimos ver cómo se iba generando la creatividad en esta circunstancia y gestando todo este proceso”, cerró.