La precandidata a presidenta de la Nación, Patricia Bullrich, es la primera que se presenta con la denominada “ficha limpia”.
Dicho requisito a pesar de no ser obligatorio muestra un camino de buenas prácticas ciudadanas y transparencia política, buscando elevar el estándar ético que deben tener nuestros representantes.
El objeto de la ficha limpia es evitar que las personas condenadas por delitos de corrupción puedan ser precandidatos en elecciones primarias, candidatos en elecciones generales a cargos públicos electivos nacionales o ser designados para ejercer cargos partidarios.