Muchas veces nos sentimos ajenos a noticias como los desalojos a familias que ocupan ilegalmente una vivienda o un terreno. Aunque nos parezcan lejanos, no son más que los fusibles en tensión de una problemática mayor que nos atraviesa al conjunto de la sociedad: El acceso a la vivienda y a la ciudad.
Actualmente los investigadores e intelectuales nos hablan del Derecho a un hábitat digno, lo cual significa que nuestro hogar debería tener, además de los metros cuadros adecuados, cercanía a servicios públicos, lugares de esparcimiento, transporte y conexión a las redes sanitarias, eléctricas y de gas. Chivilcoy, como tantas otras ciudades, crece y cada día nuevas familias necesitan resolver su situación habitacional. La actualidad nos muestra un panorama preocupante: Se construye más en menos espacio. Los ambientes se comprimen y se resignan patios. Los alquileres y gastos devoran el salario de los trabajadores o los jubilados. Se lotean quintas sin servicios ni infraestructura y también, se usurpan casas ajenas. Esta es la realidad en torno a la ciudad y el problema de la vivienda.
Pero esto no es una casualidad ni un rasgo propio. Es producto de procesos históricos y económicos complejos que, como explica Raul Fernandez Wagner: “el desarrollo capitalista de los últimos doscientos años ha conjugado tres elementos: un aumento exponencial de la población en las urbes, el cercado y mercantilización de la tierra y una acelerada urbanización”. La consecuencia de este modelo de ciudad es que ya no nos contiene, y a muchos expulsa. Por lo tanto creemos que nuestra ciudad necesita de carácter urgente una Planificación urbana que nos permita como ciudadanos reconocer nuestro derecho a la ciudad y hacer uso de la misma de una manera sustentable y racional.
Esto implica por un lado desarrollar políticas que vayan al foco de la cuestión y regulen el mercado del suelo fundamentalmente. Hoy hay poca oferta de terrenos y la que hay es excesivamente cara. Si bien el código de planeamiento urbano actual no posibilita el loteo de manzanas, la Ley provincial nº 14.449 de Acceso Justo al Hábitat viene a subsanar parcialmente esta situación permitiendo nuevos loteos. Esta posibilidad, por el momento, ha quedado en manos de negocios inmobiliarios de los cuales algunos han sido impulsados por funcionarios sin escrúpulos para lucro personal. Esto no invalida el potencial de la Ley la cual debemos conocer y aplicar. En el Art. 50, por ejemplo la ley obliga expresamente a los municipios a exigir a los “emprendedores” una contribución de al menos 10% de la valorización inmobiliaria de las propiedades al permitir el incremento de capital. Asimismo fuerza a ceder a grandes desarrolladores inmobiliarios el 10% de la superficie a lotear. También se estipula cobrar un 50% sobre el impuesto inmobiliario para terrenos baldíos o inmuebles vacíos que no estén a la venta. Con estas políticas puede crearse el Banco de Tierra Municipal para financiar terrenos a largo plazo y bajo interés. Citando nuevamente a Wagner: “Es una misión publica esencial promover el control del proceso de desarrollo urbano, a través de la formulación de políticas de ordenamiento territorial en las cuales los intereses individuales de los propietarios tengan que coexistir con los intereses sociales, culturales y ambientales de otros grupos y de la ciudad como un todo.”
Por otro lado, el crecimiento de la ciudad está siendo a ciegas. El mismo debería darse, según una expansión orgánica, entre los márgenes de la primer y segunda circunvalación, sin embargo hasta el momento están siendo loteadas quintas muy por afuera de esta trama, incluso las utilizadas para planes de vivienda, por lo que equipar a estos sectores de la ciudad se vuelve un gasto gigantesco y casi se da por sentado que nunca llegarán los servicios allí. Una vez más se corrobora la necesidad de planificar. Creemos que no le cabe a la actual gestión municipal la responsabilidad por lo hecho o dejado de hacer en la materia por gestiones anteriores, aunque si tiene la posibilidad y la responsabilidad de ahora en más, de utilizar estas y otras herramientas para actuar en este tema que atraviesa a la inmensa mayoría de nuestra comunidad. Concluyendo, es esencial abrir el debate y la participación comunitaria, confluir desde distintas áreas, constituir órganos de investigación y elaboración de proyectos, con lo cual resulta urgente y necesario, la constitución de una Secretaria de Planificación urbana y política estatal para el acceso a la vivienda, que propicie estas iniciativas.
Arq. Ezequiel Caselles. Patria Grande Chivilcoy.