Lara, la adolescente de 15 años que el jueves último se disparó en la cabeza frente a sus compañeros de clase del Colegio Nacional de La Plata, murió esta mañana, confirmaron a LA NACION desde el centro médico donde permanecía internada.
Lo había anunciado en una red social y cumplió. La chica había planeado la escena dos días antes de ejecutarla. «El jueves voy a suicidarme en la escuela y lo voy a transmitir por directo», publicó en una red social en la que se hacen posteos anónimos.
La coincidencia entre el anuncio y el hecho concreto es pasmosa: «Bueno, les cuento. Voy a robarle el revólver a mi papá antes de salir para el colegio y pienso pegarme un balazo en la primera hora, así que si no se quieren perder el directo van a tener que estar despiertos a las 7.50 de la mañana. Tengo 5 balas; si en ese momento da para matar a 3 o 4 compañeros, joya. Pero mi misión principal es el suicidio. Bueno, no me quiero extender mucho más, díganme por dónde puedo transmitir el directo ahora, así ya voy arreglando todo para el jueves».
Además, antes de apretar el gatillo del revólver que le había sacado a su padre antes de ir a la escuela, Lara escribió con tinta rosa en una de las hojas de su carpeta de geografía: «Chau pedazos de mierda. Hay un juego en la mochila. El que lo encuentra se lo queda». Era el Metal Gear Solid V, Ground Zeroes, un título de PlayStation 4 que desarrolla las acciones de la milicia de mercenarios Militares sin fronteras.
Y hay más indicios de la premeditación del suicidio. Tres de las mejores amigas de la menor que se disparó habían recibido un mensaje por teléfono para sugerirles que no fueran a la clase de geografía. Como si hubiese querido ahorrarles una imagen traumática e imborrable.
A Lara la bala le entró por la boca, atravesó el cerebro y salió por la sien, después de perforar el cráneo. Sobrevivió al tiro, pero su estado era muy grave. Estuvo internada los últimos cuatro días y fue operada en varias oportunidades debido a la gravedad de las lesiones.