Tras la impactante muerte de Gonzalo Ezequiel Tamame, de 29 años, dentro de una celda de la Comisaría Primera de Olavarría, el Ministerio de Seguridad bonaerense separó preventivamente a tres policías responsables de su custodia.
Aunque oficialmente aún no se confirma una detención irregular, el caso avanza con múltiples frentes de investigación.
El secretario de Fiscalización y Control Policial, Andrés Escudero, indicó que se abrió una investigación administrativa interna por Asuntos Internos y otra penal, a cargo de la fiscal Mariela Viceconte. Si bien aseguró que “a prima facie no hay elementos que hagan sospechar una detención irregular”, no descartó que puedan surgir responsabilidades tras la reconstrucción de los hechos.
El informe preliminar de la autopsia determinó que Tamame murió por asfixia traumática con lazo por compresión cervical, y que presentaba múltiples lesiones no letales. A pesar de la versión policial inicial que hablaba de un suicidio con un buzo, testigos afirman que no llevaba uno al momento de su detención, y circulan videos donde se lo escucha gritar: “¡No puedo respirar!, ¡me están ahorcando!”
En total, diez policías están bajo investigación: seis del Comando de Patrullas y cuatro de la comisaría donde ocurrió el hecho.
La indignación vecinal creció rápidamente. El jueves pasado, familiares y vecinos se movilizaron para exigir justicia. La protesta terminó en represión, con balas de goma, piedrazos y varios detenidos, entre ellos un candidato del Frente de Izquierda. Escudero defendió el operativo policial, lo calificó como “impecable” y denunció ataques planificados con bombas molotov.
Mientras la Justicia avanza, el caso Tamame sacude a Olavarría y reaviva el debate por la violencia institucional y la actuación policial en la provincia.
Fuente: La Trocha Digital