Máximo Masino tiene 15 años, es de Chivilcoy y defensor de la Octava División de San Lorenzo de Almagro, quién acaba de ser convocado para la Pre Selección Argentina Sub 15, a presentarse este lunes en el emblemático predio de Ezeiza.
La charla es en la cocina de casa, después de un buen plato de lasagnas y a minutos de emprender el viaje de vuelta a la pensión de CASLA, y es porque quién suscribe tiene el privilegio de ser su mamá.
“Es un poco extraño” le digo sobre el hecho de estar entrevistándolo, y le propongo hacer un repaso de los inicios en el fútbol (allá por el año 2006) cuando terminaba “sala celeste” en el jardín de infantes “Pequeño Mundo” e insistía con jugar a la pelota “en una cancha de verdad”.
“Estaba loco por la pelota cuando me llevaste a dar mis primeros pasos” cuenta sobre su incursión en el Club Colón, “después me fui a jugar a Independiente con mis amigos donde jugué toda la vida, después San Lorenzo y ahora la selección, que es tremendo”.
Tenía doce años cuando pisó por primera vez el pasto en San Lorenzo de Almagro, fue después de un amistoso con Independiente, que nos llamaron convocándolo para probarse entre tantos chicos que llegaban de todo el país, fue el decirnos “van a tener que mudarse o ver hacen, porque lo queremos”.
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“Era re chiquito, no entendía mucho, pero yo quería jugar al fútbol, más en San Lorenzo, y así se dieron las cosas” cuenta Máximo sobre el club de sus amores, “era raro no estar en Chivilcoy y estar en la pensión, extrañaba, pero fue más mi pasión por el fútbol, el fútbol lo puede todo para mí”.
Yo sé que mi hijo tiene dos familias, una de la que formo parte, y otra con corazón azul y grana que comprende a todas y cada una de las personas que forman parte de la vida de la pensión de CASLA, “son muy buenas personas” dice, “mis compañeros son mis hermanos, al no estar la familia nos tenemos entre nosotros y nos decimos hermanos. Igual que Gastón el director de la pensión, y la gente del club que es muy sana y la verdad es que los quiero mucho”.
“La Casona” de CASLA o residencia de jugadores juveniles, está emplazada en el emblemático estadio del “Nuevo Gasómetro”. desde su acceso (en una de sus tribunas) se visualiza por completo la cancha, “antes de entrar hay una puerta con muchas virgencitas, y todos los chicos las tocamos antes de los partidos o cuando salimos a entrenar, para que nos vaya bien en cualquier situación, es lindo rezar y sentir para que nos vaya bien, para tener suerte” señala, “la verdad es que te dije suerte por la virgencita, pero es todo sacrificio y entrenamiento, el jugador tiene que dar todo para poder lograr su objetivo, meterle con todo” se corrige.
“Ni se me cruzó por la cabeza, ni lo pensé” confiesa sobre la convocatoria a la selección, “no lo podía creer, no lo podíamos creer (junto a siete compañeros más), no podía parar de pensar en lo que iba a hacer”.
Las inclemencias del tiempo hicieron que se suspendieran las fechas del torneo local y que pudiera viajar (al menos por un día y medio) a estar en casa antes de emprender este nuevo desafío que la vida le regala, “recibí mucho afecto” dice conmovido, “es muy lindo, mucha gente me dio saludos y afecto, eso ayuda para seguir adelante” y agrega sobre la familia “siempre están, mi viejo me lleva a todos lados, siempre está atrás mío, igual que vos y que mi hermana” dice.
“Espero poder dormir, tengo muchos nervios y ansias, esperando que se dé todo lo que tenga que darse” dice respecto a la convocatoria para este lunes al predio de Ezeiza, “sé que cuento con el apoyo de Chivilcoy que es mi pueblo, estoy muy orgulloso de poder representarlo y ojalá se dé todo como se tenga que dar y tenga otra oportunidad más”.
Por Valeria Trongé
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