En un esfuerzo por restablecer el orden y la seguridad vial en Chivilcoy, las autoridades locales han intensificado los operativos contra motociclistas infractores. Con tolerancia cero ante ruidos molestos, manejo temerario y el uso de caños de escape libres, se busca no solo controlar las contravenciones sino también proteger la vida de los ciudadanos y disuadir a quienes, incluso, utilizan estas conductas para fines delictivos. La medida incluye un proyecto para extender el tiempo de retención de motos secuestradas y un llamado urgente a la responsabilidad familiar, destacando que la Justicia ya interviene con allanamientos en domicilios de los reincidentes.
El secretario de Seguridad, Arturo Pertosa, y el director de Tránsito, Matías Maleichuk, de Chivilcoy, informaron sobre un importante operativo de seguridad vial llevado a cabo entre el jueves y el domingo, con el objetivo de «desalentar conductas antirreglamentarias, contravenciones, ruidos molestos y manejo temerario de motociclistas».
Resultados del operativo y reincidencia
Durante los operativos, se secuestraron un total de 15 motocicletas, de las cuales dos habían sido robadas en la ciudad. Pertosa destacó la «tolerancia cero» aplicada, señalando que todas las motos incautadas poseían caño de escape libre. Además, mencionó que el fin de semana anterior ya se habían secuestrado 12 motocicletas con la misma infracción, sumándose a las que se secuestran habitualmente por falta de uso de casco y documentación.
El funcionario enfatizó que la «premisa es impedir la invasión del espacio público por parte de los malvivientes», refiriéndose a quienes utilizan facas o generan contra explosiones, perturbando la paz social. Se expresó preocupación por los casos de reincidencia, incluso mencionando un caso puntual de un joven con tres secuestros de motos, cuya madre fue atendida personalmente para hacerle entender el riesgo que corren sus hijos.
Medidas y proyectos futuros
Se afirmó que los operativos continuarán con la misma firmeza, ya que «si no se sostienen estaríamos invadidos de este tipo de motociclistas arriesgando su vida, la de otros y molestando».
En este sentido, se anunció que se está trabajando en un proyecto para ampliar el tiempo de retención de las motocicletas que generan disturbios, pasando de los actuales 60 días a 90 días, con el fin de «desalentar este tipo de actitudes». Se hizo hincapié en la «animosidad» y el «goce y disfrute» que muestran los infractores al generar contra explosiones, lo cual es incomprensible para la mayoría de la población.
Responsabilidad familiar y respuesta a críticas políticas
Pertosa subrayó que las acciones no se limitan solo a los operativos, sino que se enmarcan en una política integral de seguridad vial que incluye programas como la entrega de cascos, «Mi primera licencia» y la escuela de manejo municipal. Sin embargo, también se hizo hincapié en la necesidad de «poner mano dura» y secuestrar las motocicletas de los infractores, muchos de los cuales resultan ser delincuentes o menores de edad que circulan en motos robadas. «El primer llamado de atención debe ser a las familias. Cuiden a sus hijos», sentenció.
Asimismo, el secretario de Seguridad respondió a las críticas del concejal Martín Echeverría, quien responsabilizó al Ejecutivo por los siniestros viales. Pertosa sostuvo que la responsabilidad primaria recae en los progenitores o adultos a cargo de los menores de edad, y criticó a los concejales de la oposición por sus declaraciones, recordándoles su inoperancia en gestiones anteriores donde se permitía la invasión de los espacios públicos por este tipo de motociclistas.
Trabajo conjunto y acciones judiciales
Por su parte, Matías Maleichuk defendió el trabajo del personal de tránsito y policial, destacando las políticas implementadas basadas en escuchar al vecino y en estadísticas. Mencionó medidas como la colocación de reductores de velocidad y la prohibición del giro a la izquierda en avenidas, que han contribuido a reducir fatalidades.
Finalmente, se informó que la Justicia ha ordenado allanamientos en viviendas particulares de estos motociclistas, producto de la información recolectada por monitoreo y los operativos. «Todo lo que se recolecta… se va volcando a una causa judicial y después puede terminar un allanamiento». Se recalcó que estos allanamientos, por casos de «willy» o escapes libres, son un hito, y que se han realizado tanto a menores como a mayores, reforzando la idea de la «responsabilidad de los padres». La gestión busca «cuidar la vida y la integridad física de los chicos» a través de programas y advertencias a las familias.