Por Luis María Mariano
A quién le importa la vida de Santiago Maldonado? A quién le importa que sea o no, un desaparecido? A quién le importa la verdad de lo que le ha ocurrido?
Hace más de 30 años que estamos en democracia y parece que a algunos sujetos, no les interesa la convivencia en paz. La política es una labor humana e intelectual y como tal, implica la eliminación de la violencia en contexto de democracia. Ahora bien, la existencia de violencia no implica la ausencia de política sino peor, el ataque franco a la democracia.
El caso Maldonado se encuentra republicanamente judicializado y a más de un mes de actividad, la justicia no ha dado respuesta. Pero nada anormal dentro de lo que significa los tiempos procesales para la justicia Argentina.
Mientras tanto, se aprovecha este lapso para concretar todo tipo de tropelías como haciendo circular información falsa que solo lleva a entorpecer la labor judicial y de paso también, detractar al actual gobierno.
La culminación del desagrado de lo humanamente tolerable es la destrucción sistemática de los bienes públicos. Romper, ensuciar y pintar es lo que reiteradamente se les ocurre a la izquierda, los gremialistas y también, a los kirchneristas para visibilizarse. El funcionamiento intelectual, ausente.
Parecen malditas las concentraciones de estos grupos, que pueden llevar legítimos reclamos pero lamentablemente, siempre terminan en desorden y daños. Daños que tienen que solventar económicamente los contribuyentes y desórdenes que mellan como socavan progresivamente a la democracia, dado que genera un sentimiento en el resto de la sociedad, tendiente a buscar a alguien que termine de una vez con estos procederes.
Claro que, de usarse la fuerza pública, se les cerraría el círculo para victimizarse.
La educación en la época del último gobierno de facto hizo estragos conceptuales en las generaciones que vinieron posteriormente. Pero sin dudas, el mayor daño en términos de construir ciudadanos con un pensamiento libre, crítico y propositivo en contexto de vida republicana lo ejerció sin dudas, el peronismo en el poder.
No solo en materia legislativa y financiera intercedieron los peronistas negativamente a lo largo de sus gobiernos nacionales y provinciales desfinanciando la educación, sino que con el mal ejemplo que desde el poder ejercieron para sostener con la complicidad de los gremios afines, un pensamiento único que se lo denominó relato.
Pero lo peor a nuestro criterio, no fue solo ver como dañaban al histórico Cabildo que cobijó a nuestros próceres de la emancipación argentina, sino ver la actitud miserable de adoctrinamiento por parte de sindicalizados docentes y dirigida a los niños en las aulas impidiéndole con su accionar, el acceder a lo más importante que la escuela pública le puede dar a sus alumnos que es la libertad de pensar.
Así que los gobiernos peronistas intercedieron negativamente en materia legislativa y financiera, Delarua no le suena?