La inauguración de la 73° Exposición Rural de Chivilcoy, uno de los eventos más emblemáticos de la ciudad, volvió a poner en el centro de la discusión la relación entre el campo, el Estado y la estructura tributaria que atraviesa a los productores. Más allá de los discursos protocolares, el tema de la tasa vial y el destino de los recursos se consolidó como uno de los ejes principales del debate.
Reclamos del sector rural
El presidente de la Asociación Rural de Chivilcoy, Juan Pablo Cileiro, planteó con firmeza la necesidad de “cambiar la fórmula” de cálculo de la tasa vial, al sostener que los productores pagan “demasiado” y que es indispensable establecer un “valor lógico”. Su reclamo se enmarca en una crítica más amplia al sistema tributario que, según señaló, “asfixia al campo con impuestos y estructuras políticas sobredimensionadas”.
Cileiro remarcó que los caminos rurales siguen siendo una deuda pendiente y que la inseguridad en el sector no encuentra respuestas desde la Provincia. “Pagamos mucho y no vemos soluciones concretas: los caminos son trampas mortales y la Patrulla Rural no tiene las herramientas necesarias”, sostuvo, apuntando directamente al gobernador Axel Kicillof.
Desde CARBAP se sumó una mirada similar: la presión fiscal sobre el campo alcanza niveles “insostenibles” y la tasa vial, junto con el inmobiliario rural, forman parte de un esquema “sin previsibilidad” que desalienta la inversión.
La defensa del municipio
El intendente Guillermo Britos recogió el guante y dedicó buena parte de su discurso a responder estos cuestionamientos. Si bien admitió que la tasa vial es un tema discutible, defendió la gestión municipal en el uso de los recursos. “Para decir si un servicio es caro o barato hay que compararlo con lo que se brinda. En nuestras localidades rurales hay recolección de residuos, contenedores, luminarias LED, centros de salud y guardia médica en Moquehuá. No creo que haya distritos vecinos que cuenten con estos servicios”, subrayó.
Britos además recordó que la modificación en la forma de cálculo de la tasa no fue una decisión unilateral, sino que surgió de la propia comisión de la Sociedad Rural, que en su momento pidió pasar de la fórmula vinculada al gasoil a la actual fórmula polinómica.
También rechazó lo que definió como “información falsa” respecto al nivel de cumplimiento: “El 80% de los ruralistas paga la tasa vial, no el 45% como se dice. Y existe un sistema de equidad: quien paga accede a un 35% de descuento”.
El trasfondo político y económico
El debate sobre la tasa vial refleja una tensión mayor: la del financiamiento de los municipios en un contexto de recursos limitados. Britos advirtió que el Ministerio de Agricultura bonaerense destina más fondos a caminos rurales en otros distritos que en Chivilcoy, lo que considera una discriminación que debe ser reclamada desde las entidades. En esa línea, insistió con la necesidad de que se cumpla la autonomía municipal establecida en la Constitución de 1994 para no depender de aportes discrecionales de Nación o Provincia.
La discusión se cruza también con la mirada nacional. El ministro de Economía, Luis Caputo, presente en la inauguración, sostuvo que el gobierno busca aliviar la carga impositiva sobre el sector productivo y resaltó que, a diferencia del pasado, se redujo el gasto público en lugar de aumentar impuestos. Sin embargo, dejó en claro que tanto provincias como municipios deben hacer su parte en materia de eficiencia.
El debate de fondo
Este debate puso en escena la falta de previsibilidad en el financiamiento de la infraestructura rural, la presión tributaria sobre los productores y la tensión entre lo que el campo reclama y lo que los municipios efectivamente pueden brindar.
En ese sentido, la Exposición Rural expuso una pulseada de fondo sobre cómo se distribuyen los recursos y qué modelo de relación se establece entre el Estado y el sector productivo.