En la noche de ayer, luego de la presentación de las exposiciones de pintura y fotografía que se inauguraban esa noche, el Secretario de Cultura y Educación -Dr. Adrián Vila- pronunció unas palabras en referencia a la última convocatoria masiva al Museo Pompeo Boggio, con motivo de la organización de la 11º Muestra Municipal del Día del Niño en la que se presentaron 1070 pinturas y dibujos de chicos de las escuelas primarias y secundarias de Chivilcoy, de las cuales un 20% correspondió a instituciones privadas.
“Traigo esto a colación porque hemos recibido repercusiones por parte de gente del campo del arte que considera que hay un cupo social para el ingreso al Museo. Chivilcoy tiene demasiados cupos sociales; tenemos más de 70 familias que quieren inscribirse en el basural municipal porque buscan alimentos ahí. Las dos últimas muestras que hicimos de cine a la mañana en el CIC Sur y en el SUM del Barrio Adas, en una eran 73 chicos de una escuela primaria de la zona y en la otra eran 67 chicos de varios colegios que NUNCA HABÍAN IDO AL CINE -NINGUNO-; de los de la tarde, algunos sí”, de esta forma hacía constar Vila la importancia de una de las últimas intervenciones de la Secretaría a su cargo.
“Yo no creo que el arte tenga la función, tengo una mirada distinta, o puede tener funciones combinadas –hoy sí tiene esta función, mañana no, es un estado, es un proceso. Creo que la pregunta no es «cuál es la función del arte» sino (como dice García Cancilini) «¿cuándo hay arte?», ampliaba el Secretario.
“Una de las herramientas que nosotros utilizamos para hacer política cultural es este Museo. Si los chicos de San Sebastián no vienen con sus muestras, como estrategia nuestra, que los chicos traigan sus pinturas y sus dibujos acá (y que conozcan las reglas del arte), JAMÁS VAN A CONOCER A UNA CHICA DEL COLEGIO CREAR O NO VAN A CONOCER JAMÁS A CHICOS DE OTROS BARRIOS. Con esto no quiero decir que el Museo tiene que funcionar como «sala de encuentros», digo que tiene que promover el encuentro de experiencias sociales diversas”.
Y continuaba diciendo “la gente, los chicos, sobre todo de los sectores sociales más desposeídos, no salen de los barrios. Nuestra idea era tratar de ir al barrio pero que de alguna manera u otra empiecen a comprender los espacios modernos como propios; no tenemos otra posibilidad que ir a buscarlos al territorio; ir con cine, ir a pasar Metegol a un cine donde los chicos vienen con hambre. Se llevan los alfajores, nos piden los pedazos de torta que sobran para los hermanitos. Es Chivilcoy, una sociedad dual –que por cierto no empezó hoy, pero que está ahí afuera y que creo que es bueno auspiciar un esfuerzo por la gente que tiene una visión de cultura culta, de cultura erudita, de comprender que hay otras posibilidades que nos da el campo del arte que tiene que ver con la masividad. En el arte latinoamericano lo real político, lo social político ingresa mucho más en las formas del arte que en el arte de otros lugares y es una tecnología que tenemos desde el estado municipal para poder de alguna manera u otra tratar de quebrar el cupo social que ya está dado por la propia estructura social”.
“Entonces, nuestra idea, es decir, sabemos que esto es un museo, no es un centro cultural, no es una sala de alquiler, no es un lugar para hacer presentaciones de libros. Es un museo. El tema es que no tenemos otro lugar, quizás, cuando hagamos el centro cultural -que es el proyecto para hacer acá al lado (en la casa contigua sobre la calle Salta)- esto va a volver a ser un museo y el resto de las actividades las vamos a poder hacer afuera. Mientras tanto, nosotros consideramos que es posible que desde la Secretaría de Cultura y Educación también podamos hacer intervenciones sociales”.
“Les agradezco muchísimo y la idea es que los medios de prensa que estén aquí divulguen que hay una concepción del campo cultural que no se agota en la dicotomía culto y popular, que hay otras formas y esa es la aventura en la que estamos”, con este párrafo el Dr. Vila cerraba su alocución.