“La pintura mural es obra manos colectivas, el ejecutor es colectivo. Las manos del o de los ejecutores se completa con el sentido que le otorga la dignidad de la pared del Pueblo que lo exhibe” David Alfaro Siqueiros (muralista mexicano 1896/1974)
Adelina Dematti de Alaye -Madre de Plaza de Mayo- fallecida el pasado 24 de mayo de este año, tiene ya “su pared” en Chivilcoy, producto del trabajo del colectivo de Arte “La Maquinaria”, “colectivo intangible pero que se materializa cuando llega una propuesta” tal como lo describió Franco Lezcano, uno de los artistas que plasmaron la imagen de esta gran luchadora chivilcoyana por los DD. HH en una pared de nuestra ciudad.
Como presagio pregnante de su Memoria -de la de todos- Adelina acompañó fervientemente el proyecto “Mosaicos por la Memoria” impulsado por la artista Melina Slobodian, quién junto a un colectivo de arte, realizaron distintos murales bajo la técnica del mosaiquismo, entre los cuales se encuentra el homenaje a Carlos Alaye (Ensenada) hijo desaparecido de Adelina. Hoy una pared sobre la calle Moreno (y Dorrego), está intervenida con su rostro, como lo estamos todos, a través de su ferviente y contagioso compromiso con la Memoria, la Verdad y la Justicia.
El disparador fue del joven diseñador gráfico Maximiliano Speranza, quién se acercó a la dupla Magnone/Lezcano -artistas integrantes de “La Maquinaria”- “después de que fallece Adelina, tenía muchas ganas de homenajearla y recordarla” dice a DECHIVILCOY, “como me interesa mucho todo lo que tiene que ver con el arte público, al aire libre, me acerque a César y a Franco, con la idea de reflejar el espíritu de ella”.
“Es una persona cercana, a la que conocimos y la tuvimos al lado y aprendimos junto con ella, te llena de orgullo saber que tuvimos la oportunidad de conocerla y compartir la apertura de un camino y aprender” enfatizó.
Por su parte, César Magnone -diseñador y artista plástico- agradeció el acercamiento de Speranza “lo sumamos enseguida y nos pusimos a trabajar, haciendo un relevamiento fotográfico para elegir la imagen conveniente para la obra que habíamos pensado. Después estuvimos trabajando aproximadamente quince días en el mural, el cual fue planteado originariamente de manera digital”.
Asimismo, Franco Lezcano -artista plástico- describió acerca de la pintura mural, “trata de sacar la pintura a la calle, que sea de orden público, esto hace a lo colectivo. Este mural no sólo tiene su parte física, lo que se puede ver en la pared sino que tiene mucho de cabeza, de pensar y de poner en funcionamiento los engranajes de La Maquinaria. Esto es el producto de un trabajo colectivo. Con la premisa de tener la posibilidad de ejercitar la Memoria, porque es de todos los días, más con estos temas, que son fundamentales para nuestra vida cotidiana, que no quede para una fecha en particular, donde la palabra esté en boca de todos y el resto del año pase desapercibida”.
Muy bueno. Grande Adelina!!