En una carta del Vaticano a obispos, se sugiere una “acción prudente pero firme” ante los gobiernos nacionales para que las misas queden exentas de las restricciones para contener el coronavirus.
El Vaticano instruyó a los obispos para que ejerzan una “acción prudente, pero firme”, ante los gobiernos nacionales, a fin de lograr que las misas no sean consideradas reuniones y, por lo tanto, queden exentas de las restricciones dispuestas con el objeto de contener la pandemia de coronavirus.
Lo hizo a través de una carta firmada por el prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, cardenal Robert Sarah, y dirigida a los presidentes de las conferencias episcopales de todo el mundo.
El purpurado apeló a “la acción prudente, pero firme, de los obispos para que la participación de los fieles en la celebración de la eucaristía no sea catalogada por las autoridades como una reunión, y no se la considere comparable, y ni siquiera subordinada, a formas de agregación recreativa”.
Sarah sostuvo en la nota que una misa seguida a través de televisión o Internet no equivale a la asistencia a un templo y subrayó el propósito de “volver a la normalidad de la vida cristiana, allí donde la emergencia sanitaria causada por la pandemia lo permita”.
Agregó que la pandemia causó “también trastornos en la vida de la comunidad cristiana, incluida la dimensión litúrgica”, y remarcó que “tan pronto como las circunstancias lo permitan es necesario y urgente volver a la normalidad de la vida cristiana, que tiene como casa el edificio de la iglesia y la celebración de la liturgia”.
Asimismo, el cardenal advirtió que la debida atención a las normas de higiene y seguridad “no puede conducir a la esterilización de los gestos y los ritos”. [DIB]