Por Raquel Novelli, Consejera Escolar por Juntos por el Cambio y referente en educación de Emilio Monzó.
Novelli, Consejera Escolar de Juntos por el Cambio y referente de Emilio Monzó en Chivilcoy, manifestó que la llegada de la pandemia hace ya largos catorce meses, con la implementación primero del aislamiento, y luego del distanciamiento social, preventivo y obligatorio, introdujo nuevos hábitos en nuestra sociedad, en nuestras casas y en la escuela.
Esta situación desencadenó y agudizó los niveles de depresión, así como las situaciones conflictivas, de violencia de género, abuso o violencia con niños intrafamiliar, de atención de personas con discapacidad. Trastornos que, en muchos casos, deja secuelas a largo plazo en la vida emocional de los sujetos.
La presencia de esta pandemia nos puso en una situación de incertidumbre por el futuro, no teniendo certezas de lo que va a pasar mañana. La situación laboral, económica, social y escolar cambió el eje de las familias.
La escuela como organizador familiar tomó dos direcciones, la virtual y la presencial, combinando ambos formatos. Los docentes y los auxiliares redoblan su trabajo día a día acompañando desde su lugar para reducir la vulnerabilidad de las comunidades educativas. Los ataques de pánico, las preocupaciones, los miedos, las fobias se incrementaron en los últimos meses, impactando en la salud mental y emocional de nuestros alumnos.
Nuestros niños, adolescentes y adultos se encuentran expuestos a estos malestares, como trastornos del sueño, de alimentación, estados de angustia, debilitamiento social, ausencia de actividad física. Su subjetividad, su estructura psíquica está amenazada por el momento que estamos viviendo hoy. Sentimientos de tristeza, preocupación, confusión los atraviesan.
Los adultos y los docentes en la escuela, como profesionales de la educación deben” estar ahí “para ofrecer a los alumnos espacios de escucha, promover el diálogo, habilitar su palabra, para posibilitar la expresión de sus emociones y fortalecer los lazos sociales. Prestar atención a sus conductas, estar atentos a su salud mental y física.
Como docente, como Consejera Escolar, como futura Acompañante Terapéutica mi desafío es intervenir para que el padecimiento subjetivo se transforme en posibilidades creativas, la desesperación en esperanza y el aislamiento en trabajo colectivo solidario.