La nutricionista plantea un abordaje integral de la nutrición, teniendo en cuenta no solo el cuerpo, sino la mente y las emociones. En este sentido, apunta contra las dietas, y, por el contrario, propone un camino saludable.
La Licenciada en Nutrición, Julieta Direnzo, de “Comer Conciencia” habló sobre la importancia de construir confianza respecto al cuerpo de cada persona y desterró por completo la idea de adoptar una “dieta” como la fórmula para bajar de peso.
En este sentido, la especialista sostuvo: “En la carrera de Nutricionista no nos enseñan a hacer dietas locas, sino, por el contrario, a reconocerlas para alertar sobre éstas y hacer educación nutricional a quienes asisten a consulta”.
Por eso, Direnzo aconsejó: “Limpiarnos de la cultura de la dieta, que tiene como eje restringir alimentos. Comer es una necesidad básica por lo tanto al querer controlar a través de los horarios, porciones, reglas se aleja de lo que pueda necesitar cada uno, por eso hay que entender que el hábito de dietar no es tener hábitos de salud”.
“Las dietas funcionan a corto plazo, pero luego se recupera no sólo el peso perdido sino aún más, y ahí se quiebra la relación que tenemos con la comida, incluso le tomamos miedo a los alimentos, y, además, rompemos la relación con nuestro cuerpo”, amplió.
En relación a esto, continuó: “La idea es proponerles a las personas que se puede llegar a una salud integral con un camino saludable, que no sea precisamente el de la dieta, porque a largo plazo ésta termina siendo perjudicial para la salud”.
“Es mucho más saludable mantenerse en un sobrepeso estable a lo largo del tiempo, que ir de dieta en dieta”, enfatizó.
Y aclaró: “Lamentablemente tenemos una medicina que es pesocentrista, entonces es un poco ir a contramano, pero el objetivo es precisamente poner la salud en primer lugar, porque ésta no se puede medir en tamaño corporal, sino en cuanto un montón de otras variables, como, por ejemplo, qué comemos, cómo los comemos, cuanto dormimos, cuánto nos movemos, los resultados de laboratorio, nuestra relación con el mundo, entre otras”.
De esta forma, Direnzo planteó la importancia de “comer con conciencia, es decir, entender la nutrición como algo integral en donde interviene también el cuerpo, la mente y las emociones, sin dejar de lado el contexto y entorno que nos atraviesa y nos rodea”.
A continuación, expresó: “Hay que dejar de lado la policía interna, que se basan en creencias dietantes, pesocentristas y gordofóbicas”, contra esto, ella propone “tratarse con amor, compasión y escuchar lo que cada uno siente”.
“En “Comerconciencia” potenciamos el poder decidir sobre lo que es bueno y contar con las herramientas para gestionarlo cada día de manera diferente partiendo de la elección de cada persona”, explicó.
Por eso, Direnzo aconsejó: “Limpiarnos de la cultura de la dieta, que tiene como eje restringir alimentos. Comer es una necesidad básica por lo tanto al querer controlar a través de los horarios, porciones, reglas se aleja de lo que pueda necesitar cada uno, por eso hay que entender que el hábito de dietar no es tener hábitos de salud”.
Seguidamente, la especialista manifestó: “También considero importante denunciar la violencia que se vive en los consultorios para visibilizar ciertas cuestiones que ocurren en los consultorios, donde se atenta contra la construcción de confianza del paciente y se lo expone a una situación de frustración y vulnerabilidad”.
“Argentina figura como segundo país en cantidad de trastornos de la alimentación, por ende, hay algo del modelo hegemónico del cuerpo perfecto que está teniendo un efecto nocivo en las personas”, remarcó.
En este sentido, amplió: “Por eso es fundamental es cuidar no solo la parte física de los pacientes sino también la salud mental de todos ellos, pensando en el impacto que nuestras palabras pueden llegar a tener”.
“A la vez, es importante que dejemos de hablar deliberadamente de los cuerpos y las conductas alimenticias de los otros, porque no sabemos el daño que podemos estar generando sobre el otro”, opinó.
Para cerrar, indicó que «todos los trastornos alimenticios deben tratarse de manera transdisciplinaria» y llamó la atención sobre «ciertas conductas alimentarias de riesgo que están normalizadas y que puede terminar generando un trastorno de la conducta alimenticia».
«Éstos son muy prevalecientes en nuestra sociedad hoy en día y pueden llegar a ser mortales. Tenemos que tener en cuenta que, además, no sólo se daña lo físico, sino también, la salud mental, y fundamentalmente la integridad de la persona», concluyó.